Con Superman en el arco

       Toma 1: Cabezazo de Gustavo Bou -off side- y Alexis Martín Arias vuela y con su mano derecha manda la pelota al corner.

       Toma 2: Zurdazo de Oscar Romero. La bocha se va levantando y Alexis vuela hacia la izquierda con perfil invertido. Otro corner es el final de la                               atajada más difícil.

       Toma 3: Sánchez de cabeza y otra vez el arquero.

       Toma 4: Desborde de Rosales por izquierda. Centro para la zurda de Gustavo Bou, Alexis. Otra vez Bou con un centro y Martín Arias que la                                  manda al corner por sobre el travesaño.

       Toma 5: Remate de Nicolás Sánchez. Alexis, tapado, vuela hacia su izquierda y saca el balón al corner.

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El más crack de todos

       Estos son los highlights de la película de Alexis Martín Arias en su consagratoria noche ante Racing. Reflejos y elasticidad al servicio de atajadas dignas de Ubaldo Matildo Fillol. El arquero de Carlos Pellegrini (Bs As) tuvo su gran partido y adjetivos como soberbio, monumental, magnífico, sublime y demás llenaron las gargantas de los relatores de fútbol, que -por esta vez- no exageraron ni un poco.

       ¿Qué pasó antes de las atajadas de Alexis? Un buen partido de Gimnasia. Un equipo serio, concentrado, con un enorme despliegue físico para neutralizar al rival (Acuña, Romero, Bou, López) y para buscar el partido. 0-0 fue más y el gol de Daniel Imperiale no le quedó mal al partido, porque antes hubo un desborde de Licht, una salvada de Pillud en la línea ante una definición de Carrera y un rebote largo de Orión ante un tiro de Imperiale y el mismo arquero neutralizando a Ibáñez en el rebote; y después, en una contra, Ibáñez estrelló en el ángulo un buen centro de Vegetti.  El Lobo no fue ese equipo insulso de Rosario. Con convicción, supo a que jugaba y lo ejecutó muy bien.

       Entonces, ¿cómo se explica la última media hora? Los puristas cuestionarán la defensa al estilo "heróico Paysandú", pero esta vez Gimnasia no eligió el refugio cerca de su arco. Racing se lo llevó puesto con su desequilibrio individual y con cambios ofensivos que ponían cada vez más gente cerca del arco tripero. Sin embargo, el final no debe opacar un buen partido del equipo, de lo mejor en el semestre. Y así como hubo autocrítica fuerte y Alfaro dijo que su equipo era Ni, porque ni defendía ni atacaba, esa hibridez dio paso a otra actitud. "Los muchachos jugaron con los huevos en la punta de los botines, como alguna vez dijo Obdulio Varela", sintetizó Gustavo Alfaro a la salida de un vestuario muy felíz.

       Pasaron cuatro partidos flojos. Dos puntos. Dos goles. Apenas. Hoy no fue el Milan de los holandeses ni el Ajax de Cruyff, pero al menos Gimnasia pareció reencontrar una senda hacia su identidad, su impronta como equipo. Enhorabuena. Ahora viene Huracán y el resto de la historia, pero mirando de reojo esta Copa Argentina que por primera vez lo tiene en cuartos de final e ilusionado, sabiendo que el rival será San Lorenzo, un buen equipo que tiene un gran plantel y es el único argentino que sigue en triple competencia. Pero para San Juan todavía falta. y a este equipo le falta recorrer camino, si quiere tener otra noche felíz como ésta.