Y vos, ¿qué quemarías?

Por | iRENE BIANCHI

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Twitter: @irenebianchi

- ¡Ay chicas! ¡Disculpen la demora! ¡No saben la cantidad de veces que me pararon para manguearme los pibes que están armando los muñecos de fin de año! Hoy me invitan ustedes, ¿sí? Quedé seca.

- ¿Ya los muñecos? ¿No es demasiado pronto?

- Si estamos casi a mitad de mes, Chela. Se nos vienen las Fiestas encima como trompadas de loco.

- ¿Y si armamos uno nosotras? ¿Qué les gustaría quemar el 1º de enero?

- Yo calcinaría la famosa grieta, o la corrupción, o la inseguridad nuestra de cada día, o la inflación, o la falta de trabajo… Pero no sabría cómo representarlos. Demasiado abstractos, ¿no? ¿Qué caripela tienen?

- Sería genial hacer borrón y cuenta nueva, pero los argentinos tenemos los ojos en la nuca, siempre empantanados en el pasado, tropezando hace añares con las mismas piedras. Somos repetidores, o repitentes, como se dice ahora.

- Yo quemaría al Gran Hermano y al Bailando, para que no vuelvan en 2017.

- La Su vuelve. Bah, lo dijo medio borracha saliendo de un evento. Vaya a saber si es cierto. Se mamó con malbec la Diva. Un papelón.

- ¿Por qué? ¿Acaso no tiene derecho a divertirse, como cualquier hijo de vecino?

- Y encima un movilero desubicado le preguntó cómo veía al país.

- Los borrachos dicen la verdad. En una de ésas, la pegaba con el diagnóstico.

- Alguien que dijo la verdad y cometió un verdadero sincericidio fue el director de cine Bertolucci. Se me cayó un ídolo.

- ¿Uno? Mas bien, dos. Parece que Brando estaba al tanto de la escena de la manteca como lubricante en “El último Tango en París”. A quien no consultaron fue a María Schneider, la actriz, que se sintió literalmente violada.

- Si realmente fue así, tenemos dos candidatos más para la quema de muñecos.

- ¿Cómo se puede ser tan genial en ciertos aspectos, y tan jodido en otros?

- No es el único, Piru. ¿O acaso tu admirado Woody Allen no se casó con su hija adoptiva? ¿O te olvidás que Mía Farrow encontró fotos de la chica desnuda, sacadas por él? Todos tienen algún muerto en el placard.

- ¿Y Polanski? Otro bastante perverso.

- Si vamos al caso, el flamante Presidente del país del norte carga con unas cuantas denuncias bien pesadas. Y sin embargo, ahí lo tenés, en la Casa Blanca.

- La culpa no es del chancho. Gustavo Cordera sigue dando recitales y los fanáticos siguen comprándole entradas, a pesar de las barrabasadas que dijo.

- A propósito, ¿se enteraron que se prohibieron los piropos, chicas?

- No es tan así, Chela. Lo que se va a multar es el acoso sexual verbal o físico callejero. Mirá, aquí lo explica clarito: “Toda conducta unidireccional, física o verbal, producida por una o más personas en contra de personas, basado en su condición de género, identidad y orientación sexual que no desean o rechazan estas conductas por considerar que afecta sus derechos a la dignidad y a la integridad”.

- Pero ponéle que te digan cosas lindas como: bomboncito, caramelito, pimpollito

- ¿Pimpollito? ¿A nosotras? Un chicato únicamente. Estamos bastante marchitas.

- Piropos eran los de antes. Ahora te dicen cada grosería.

- A mí ni eso. Debo ser invisible. Ni me registran. Paso desapercibida por la vida.

- ¡Cómo estamos, eh! ¡Pum para arriba! ¡Me extraña, araña! Hay que arrancar el 2017 con buena energía y autoestima! A quemar el pesimismo y la mala onda

- ¡Brindo por eso! ¡Y sumále la grasa abdominal del poeta Arjona! ¡Chin, chin!