Llegó el verano y los gimnasios de moda: tercer robo en 24 horas

Cinco minutos les fueron suficientes a dos ladrones que entraron a robar en un gimnasio de El Mondongo. La víctima fue una empleada, que resultó amenazada de muerte y terminó encerrada. Se trató del tercer robo en locales del rubro en las últimas 24 horas.

Ocurrió sobre la Circunvalación, en la esquina de bulevar 84 y 71, cuando era el mediodía de ayer. Aparentemente llegaron a pie y aparecieron por sorpresa en un momento en el que la chica estaba sola en la recepción.

“Dijeron estar armados, pero ninguno de los dos sacó una pistola. Toda la gente estaba en el piso de arriba, por eso nadie más los vio ni pudo hacer nada”, explicó Fabricio, el dueño, que también se encontraba ahí mientras todo pasaba.

Los delincuentes se apoderaron de la plata que había en la caja -por una cantidad que no trascendió- y del celular de la joven a la que redujeron.

Antes de irse, la obligaron a ir a un salón en donde la dejaron encerrada. Recién ahí ambos salieron a la calle y se escaparon corriendo, cruzando la Circunvalación por calle 118.

Cuando la chica subió apurada a avisar del hecho, se avisó al 911, “la Policía llegó rápido y salió a buscarlos”, aunque no los pudo atrapar, según contó Fabricio.

Se trató del primer episodio de este tipo que les tocó padecer en ese local, aunque la delincuencia ya se sentía de cerca: “Hubo robos acá adelante en la calle y también a la gente que salía del gimnasio, a la que le sacaban los celulares y todas las cosas que tuvieran encima”, señaló el dueño.

El hombre destacó su preocupación en torno a que “ahora empieza a bajar la cantidad de personas” que circulan por ahí: “Se empieza a poner complicado”, sostuvo.

dos antecedentes

Hubo dos antecedentes de robos en gimnasios, ambos ocurridos el miércoles.

Uno fue en 57 entre 24 y 25, en un lugar que funciona como centro de rehabilitación. Allí irrumpieron dos delincuentes armados que lograron llevarse unos tres mil pesos y, antes de escapar, efectuaron un disparo al piso, según trascendió.

El otro caso se dio cuando 10 personas hacían ejercicio en un local de barrio Norte.

Todos tuvieron que parar y tirarse al piso cuando aparecieron dos delincuentes armados cada uno con una pistola y completamente alterados.

“Estaban sacadísimos. Se bajaron de una moto en la puerta, entraron y empezaron a pedir toda la plata, mientras tiraban cosas del escritorio”, describió Daniela, la secretaria del gimnasio que funciona en 2 entre 33 y 34.

A tres hombres los agredieron a culatazos en la cabeza: un profesor de 30 años y dos personas que hacían gimnasia, de 15 y 35 años aproximadamente.

En total fueron diez las víctimas que tuvieron que tirarse al suelo mientras los delincuentes recorrían las instalaciones y vociferaban sus amenazas: “Los vamos a hacer boleta”, repetían con las armas en mano. Y como en la caja no había efectivo, se llevaron todo lo que pudieron.