Un aislante térmico y sonoro

El aluminio como envolvente, soporte de cerramientos metálicos, cerámicos, vítreos o de sistemas mixtos, protege a los edificios de los elementos.

Sirve para mantener fuera el calor, el frío, la lluvia y el ruido, y proporciona un alto nivel de confort para la gente que trabaja y vive en el edificio.

La elección del tipo de fachada y estructura de apoyo dependerá de las necesidades específicas o de condicionantes de diseño estético.

Con los sistemas de perfiles, se pueden utilizar fachadas clásicas de travesaños, fachadas unificadas, muros cortina, fachadas de doble piel, o estructuras especiales como pirámides, polígonos, bóvedas de cañón

o cubiertas curvas singulares.

La personalidad o imagen conseguida por muchos edificios contemporáneos se manifiesta y acentúa cuando se utiliza el aluminio, tanto en su dimensión estética como en sus diferentes aplicaciones estructurales.

Sus posibilidades estéticas son múltiples y variadas: lacado en color a elegir entre cualquiera de las opciones, anodizados en diferentes tonalidades, lacados de imitación a madera en una amplia variedad de acabados, acabados especiales, carpinterías mixtas aluminio-madera, etc. Todo ello disponible también en cerramientos bicolores.

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fachadas

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