España sigue enredada en una crisis política con final incierto

Los socialistas no encuentran “la llave” para formar gobierno

La situación política en España está cada vez más enredada. El socialismo, al que el Rey le ha encargado la misión de formar gobierno tras el renunciamiento de Mariano Rajoy, no encuentra la salida y está trabado en una negociación con Podemos, la fuerza emergente que ha roto el bipartidismo en Españ.

Por ahora, las tratativas entre los candidatos del PSOE, Pedro Sánchez, y Podemos, Pablo Iglesias, no han llegado a ningún lado.

Aunque el centroderecha de Ciudadanos insiste en que deben continuarse las negociaciones para llegar a un acuerdo que evite las elecciones anticipadas, los cuatro protagonistas principales (hayq ue sumar al PP) insisten en prolongar la parálisis política que lleva ya más de un mes y medio. En los temas esenciales, nadie cede un milímetro.

El Partido Popular no tiene un solo aliado y sus 122 diputados están muy lejos de poder obtener los 176 legisladores de mayoría absoluta en la sesión de investidura imprescindibles para imponerse en la jefatura del gobierno.

Rajoy se negó por dos veces ante el Rey para aceptar ser candidato. Siempre se ha refugiado, apoyado por una poderosa campaña de personas e instituciones (españolas e internacionales) en que la única solución posible reside en la formación de una gran coalición a la alemana entre los conservadores, los socialistas y los liberales de Ciudadanos.

El PSOE ha rechazado de plano esta pretensión. No apoyarán a Rajoy ni al PP ni se abstendrán como pretende Ciudadanos, que se niega a votar a favor de un gobierno popular.

Después que el Rey le encargó formar gobierno a Sánchez, Rajoy quedó totalmente descolocado y resentido porque el crecimiento del prestigio del candidato socialista. “No vamos a votar, en ningún caso por el candidato del PSOE ni nos vamos a abstener”, aclaró de inmediato Rajoy el miércoles pasado y repitió su condena. O sea la gran coalición se vino abajo. Por eso se esperaba algún avance en el diálogo entre Sánchez y Pablo Iglesias. Al contrario, se llegó a una virtual ruptura sin salida, crucificada por los vetos cruzados.

El lunes próximo el PP dará a conocer un documento, mientras Sánchez y su equipo negociador continuarán el diálogo con Ciudadanos y otros grupos menores. Nadie cree, sin embargo, que la salida sea posible y que la situación se vaya a encarrilar.

En este escenario, ninguna fuerza política quiere cargar con la responsabilidad de las elecciones anticipadas que, como los políticos lo repiten una y otra vez, “son un gran fracaso”. Sanchez sabe que no ganará la investidura pero quiere aprovechar su actual auge para sobrevivir como secretario general y candidato del PSOE en un congreso partidario que se realizará en mayo.

Rajoy también ha quedado muy desgastado. La política española vuelve a chocar con una encrucijada de difícil resolución. Los ciudadanos, mientras tanto, ven el espectráculo con resignación.

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