Tanto esfuerzo no tuvo premio
| 16 de Abril de 2016 | 01:51

Por WALTER EPISCOPO
SENSACIONES
Que si. Que no. Que si. Que no. Las fuertes lluvias hicieron dudar a más de uno de ir a la cancha o no. Alguno habrá optado por quedarse en casa, pero muchos, se pusieron la camiseta, una campera de lluvia y a la tribuna desafiando el clima adverso.
La intención era ver por segunda vez jugar en el Bosque al equipo de Lechuga Alfaro, de darle el respaldo para que ayude a reponerse de la durísima caída en Córdoba y en la previa del clásico y que mejor que ante el puntero. La invitación era tentadora.
El Lobo pareció resolverlo rápido, con la caricia de su zurda a la número cinco que desde los doce pasos transformó en el 1-0, y un rato después Bou gritó el 2-0. Parecía la noche ideal. Alvaro Fernández junto a otros compañeros tomaba mate en la techada y disfrutaba del equipo.
El hincha cantaba y disfrutaba, y sentía que había válido la pena el esfuerzo, de soportar frío y lluvia. Nada hacia pensar que el Lobo iba a dejar reaccionar al conjunto mendocino, a tal punto de que empatara.
“Hoy hay que ganar Basurero, hoy hay que ganar” buscaba empujar el hincha. Pero el Lobo se fue quedando son nafta y la visita terminó justificando el empate. Hubo olor a desilusión porque los Triperos tuvieron cara a cara al puntero, lo tuvo contra las cuerdas y no lo nockeo. Lo dejó con vida y fue letal.
El hincha despidió al equipo con tibios aplausos, y pidiendo que “cueste lo que cueste” el clásico lo tienen que ganar. No hacía falta, los jugadores lo saben y muy bien.
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