De todo un poco

Algunos términos relacionados con los objetos para el hogar son difíciles de entender, sobre todo cuando los especialistas emplean palabras en inglés como artesanal gardening, futuristic couture, functional symplicity o composing freedom. Sin embargo, estas son las cuatro tendencias que lograron identificar los expertos de la feria de productos de consumo Ambiente de Fráncfort, que finalizó la semana pasada, para 2016.

Qué hay detrás de estos términos quedó demostrado en cuatro salones llenos de elementos muy distintos entre sí:

ARTESANAL

En este salón, la naturaleza tiene un espacio en el hogar y el jardín sirve como referencia. La paleta consiste en colores cálidos como el rojo oscuro, el verde y los marrones. Los almohadones tienen motivos de flores, mientras que la vajilla, los elementos decorativos y los pequeños muebles están fabricados sobre todo con cerámica, bambú, telas o lana.

De esta tendencia forman parte, sobre todo, las obras artesanales.

Los fabricantes privilegian en este caso el diseño propio y una buena hechura. Nunca antes se apreciaron tanto las cosas auténticas como ahora. Por eso, la idea es apostar a lo moderno, pero con un charme campestre; que los límites entre el interior y el exterior se desvanezcan para crear una atmósfera distendida con un sabor hippie-folclórico. Sin embargo, para lograr esta ambientación, hay que apostar a los colores más oscuros. Y eso no siempre agrada a los compradores.

FUTURISTA

Este salón se parece un poco a una escena de ciencia ficción. En cajas de plexiglás, en parte en amarillo neón, hay objetos de vidrio y de metal brillante. Esta tendencia apuesta a los materiales sintéticos y a diseños que recuerdan a la biología molecular. Sin embargo, este supuesto laboratorio del futuro está lleno de objetos cotidianos como fuentes de varios pisos para servir dulces y vasos que recuerdan a la vieja cristalería de la abuela.

Las posibilidades de producción se ampliaron mucho en el último tiempo. Las impresiones 3D, por ejemplo, son cada vez mejores. Esto le da a los diseñadores la posibilidad de volver aptas para el mercado ideas que en principio parecen alocadas. Superficies de lo más inusuales se vuelven posibles, y hasta parecen provenir de un futuro lejano.

Esta tendencia parece haber llegado para quedarse, sobre todo porque los materiales nuevos son cada vez más maleables: el plástico barato puede pasar por vidrio soplado artesanalmente. Esto significa que productos exclusivos pueden ser vendidos a precios más bajos gracias a los nuevos materiales.

FUNCIONAL

Esta es la tendencia favorita de los puristas, de quienes prefieren las líneas simples, sin adornos excesivos. La forma está al servicio del propósito. Lo que no sirve, queda fuera. Sin embargo, los objetos útiles pueden ser también bellos: esa es la idea. Sus compradores suelen elegir bien los objetos, por los que estos deben cumplir perfectamente con su función. Y sus materiales deben ser duraderos. La idea es obtener lo esencial en su mejor forma. Los tonos son monocromáticos, neutrales.

LIBERTAD

Este es el estilo adecuado para los espíritus libres, ya que es poco convencional. Las formas conocidas se modifican: en la exposición se vio un globo con esquinas. La idea es jugar con los opuestos. Los motivos son también bastante salvajes: se combinan puntos con rayas, flores con cuadrados. El lema es que todo vale.

Esto termina siendo muy práctico: los viejos productos se combinan con los nuevos, se emplea toda la paleta de colores...la influencia del streetstyle de los años 80 es clara.