“Estamos en la noche y esperamos el día”

La entrerriana acaba de publicar “Imposible”, un disco con el que busca demostrar que “siempre hay haces de luz en la vida”. Mañana en La Plata

Por

MARIA VIRGINIA BRUNO

“Cuando usamos la palabra imposible en el lenguaje cotidiano lo hacemos con un signo claramente negativo. Y yo lo pensé al revés: el imposible aparece cuando estás en un estado completamente abismal pero en ese estado abismal vibra o centellea una esperanza. Prefiero pensar más en lo imposible que lo posible, porque lo posible me condena a no buscar más, y a mí me parece que hay que ir siempre por más, aunque no se lo consiga”.

Este es el espíritu de “Imposible”, el flamante disco de Liliana Herrero, una placa “nocturna pero no oscura” con la que regresará mañana a La Plata, una ciudad que, a esta altura de la vida, y la de sus innumerables presentaciones que aquí se registran, ya le parece hasta propia.

La entrerriana, que fue elegida por la mismísima Negra Sosa como su heredera natural (algo que en su momento se atrevió a objetarle sin tutearla: “Pero Mercedes, ¿cómo va a decir una cosa así?”, le dijo), aseguró que a la hora de interrogar artísticamente el pasado descubre huecos a través de los cuales sus autores pueden seguir manifestándose.

“El imposible aparece cuando estás en un estado completamente abismal pero en ese estado abismal vibra o centellea una esperanza”

“Son temas que nos remiten a una memoria musical, poética y política que tienen voces para decirnos mucho a nosotros todavía”, manifestó, en diálogo con EL DIA, en una recorrida de prensa que la trajo a la redacción y que la hizo detenerse frente al linotipo histórico que allí se atesora con orgullo. “¡Esto sí que es folclore!”, exclamó, nostálgica.

Juárez-Quiroga, Chacho Muller, Yupanqui, Buenaventura Luna, Manuel Castilla, Eduardo Falú, “Cuchi” Leguizamón, Armando Tejada Gómez, Juan L. Ortiz leído por Walter Heinze y el sorprendente Teniente Juan Carlos Franco Páez son los nombres que desfilan por “Imposible”, una producción que también incluye “Tres tangos errantes”, una exquisita experimentación que Herrero firmó con el fallecido Gerardo Gandini sobre temas de Gardel/Lepera.

Junto a su cuarteto completo - Pedro Rossi (guitarra y arreglos), Ariel Naón (contrabajo y arreglos), Martín Pantyrer (clarinete bajo) y Mario Gusso (percusión y arreglos) -, Herrero presentará oficialmente mañana en el Coliseo Podestá su disco, un álbum que también incluyó la colaboración de Santiago Giordano, y con el que busca gritar que “imposible es el abismo de un tiempo de espera donde vibra la esperanza”.

-Después de “Maldigo” volviste a las bateas con “Imposible”. ¿De qué va?

-Es un disco de autores estrictamente folclóricos. Si bien es una tradición en la que yo me inscribo, siempre ese modo de inscribirme en esa tradición ha sido de denuncia o de intervención sobre ese pasado, esa memoria musical y poética. En este caso, la intención ha sido la misma. Nada más que este disco es netamente acústico, no tiene ningún instrumento eléctrico.

-¿Hay algún hilo entre los autores que elegiste?

-Se podría decir que sí. Por empezar, ninguno de ellos deja de considerarse un autor netamente folclórico. Y hay otro dato, que es una unión un poco macabra, es que ninguno de ellos vive, ningún autor de las músicas ni de las poesías. Yo tomé un disco que tiene una intervención personal, propia y grupal en temas muy antiguos, y muy folclóricos, aunque el sonido no tiene una correspondencia con aquella época en la cual se hizo. Pero eso es una marca muy propia ya a esta altura del partido (risas).

-“Imposible” viene acompañado por “Tres tangos errantes”, ¿qué es y cómo surge este proyecto?

-Son tres temas de Gardel/Lepera que fueron grabados en 2003 junto a Gerardo Gandini. Estábamos en una cena con Fogwill (que todavía vivía), Piglia, Horacio González (su marido), Gandini y un montón de amigos. Y ahí a Gandini se le ocurrió hacer un disco de piano y voz. Así lo decimos, él eligió el estudio, fuimos un día, nos compramos un whisky, tomamos, cantamos y tocamos, y él hizo su post tango.

-¿Y por qué nunca se publicó?

-Decidimos llamar a estos temas errantes e inconclusos porque nunca terminamos el disco, era muy difícil editar un álbum con sólo tres canciones. Cuando nos fuimos del estudio nos dieron un disco a cada uno, íbamos a volver al otro día, para continuar o descartar y nunca más volvimos. Falta de tiempo, desencuentros. Y eso quedó ahí. Y este año me llamaron las hijas y me dijeron que revisando los papeles de Gerardo habían encontrado ese disco intacto y para mí fue maravilloso porque el mío estaba rayado. Igual no pudimos realizarle ningún procedimiento técnico porque cuando hablé al estudio me dijeron que esas sesiones ya no existían más. Por eso las incluimos como estaban.

-¿Hay alguna correspondencia entre “Imposible” y “Tres tangos errantes”?

-Se podría decir que sí, en el punto en el que en “Imposible” hay una decidida intervención sobre un pasado y una memoria musical folclórica y poética, y en el otro también hay una decida intervención al tango, específicamente, a Gardel/Lepera. Yo trataba de entender esas variaciones e intervenciones que sabía interpretar Gandini en el piano.

-Al no ser una cantante de tango, ¿te sentiste cómoda con esa experimentación?

-Sí me sentí cómoda pero me daba miedo el nivel de experimentación y búsqueda de Gandini, porque él se sentaba e inventaba. Pero eso me llevó a que yo también tuviera que inventar. Fue muy hermoso. Incluso creo que le erramos en las tonalidades, pero no me importó nada. Esto es incunable, porque no los tiene nadie. Fue un acontecimiento muy importante en mi vida musical, como tantos otros, y que me llevó una vez más a comprobar que los géneros existen pero que tienen un diálogo con otros géneros, a veces tensos, con la música universal.

Buenaventura Luna
Chacho Muller
Eduardo Falú
La Plata
Liliana Herrero
Manuel Castilla
MARIA VIRGINIA BRUNO
Negra Sosa
Pero Mercedes

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE