Un amor para encender la llama de la vida

“Yo antes de ti” es una típica cinta romántica del siglo XXI: los protagonistas no enfrentan ya las adversidades de diferencias de clases o rivalidades de sangre, sino problemáticas más profundas se interponen entre el amor. En este caso, es el deseo de su joven protagonista, que queda discapacitado tras un accidente, de morir tras quedar postrado en una silla de ruedas. Todo, claro, hasta que conoce a su contraparte femenina en el filme, una relación que romperá con los prejuicios de los propios protagonistas y del mundo que los rodea.

Los protagonistas de esta historia de amor son Lou Clark, interpretada por Emilia Clarke (la madre de los dragones de “Game of Thrones”, en otro rol de una ascendente carrera), que se pone en la piel de una simpática y despreocupada joven mujer de campo perteneciente a la clase media, y que conoce a Will Traynor (Sam Claflin, galán de “Los Juegos del Hambre”), un ex-banquero de éxito londinense, que tras un accidente de coche, sufre la pérdida de sensibilidad en sus piernas, lo que lo lleva a tener cada vez más decidido suicidarse.

Lou, de apacible vida pero sin trabajo, será contratada por Will para hacer las veces de asistente, aunque rápidamente se desarrollará entre ambos una fuerte conexión que llevará al protagonista masculino a reevaluar su visión de su vida.

CONTROVERSIA

La película, con dirección de la dramaturga Thea Sharrock y un libro basado en una exitosa novela de la periodista y novelista Jojo Moyes, despertó controversia entre algunos grupos de personas con discapacidad en Estados Unidos tras su estreno. Incluso, la organización Independence First, para la vida independiente de personas con discapacidad, organizaron importantes protestas.

“Creo que envía un mal mensaje. Hoy la gente puede tener vidas plenas con discapacidad, hay sistemas de apoyo para ayudar a las personas”, afirmó el CEO de la organización, Lee Schultz, mientras que otro activista, Phillip Corona, afirmó que muestra en luz negativa a las personas con discapacidad y que “las refleja como dispensables, envía el mensaje de que están mejor muertos”.

A pesar de la polémica, la película ha tenido una buena recepción de la crítica y en la taquilla veraniega del hemisferio norte, empujada por el magnetismo de sus dos estrellas, ha conseguido cuadruplicar la inversión inicial de 20 millones de dólares.