El hombre de purpurina

Desde hace tiempo en la pasarela masculina se reivindican prendas unisex, algunas con un especial velo femenino que tanto gusta ahora, prueba de ello son las propuestas de firmas y estilistas que apuestan por vestir al hombre con faldas y vestidos.

Bajo esta estela también otros diseñadores que este año visten al hombre con unas fabulosas botas altas, tipo tobilleras o por encima de la rodillas cubiertas de brillo y purpurina, de colores tan variados como el azul eléctrico, malva, negro o plateado.

Sobre las pasarelas europeas también se han visto pantalones con brillo, cazadoras, abrigos y “bombers”.

Si hay algo de lo que los europeos entienden, es de espectáculo y sus nuevas propuestas son un auténtico festival visual.

También se impone el brillo en la propuesta de Dolce&Gabbana, firma que sube a la pasarela americanas decoradas con vistosas piñas en oro y plata, un estampado de clara influencia caribeña.

Tampoco pasan por alto los modelos andróginos de Gucci, que van del rosa al caramelo y con largas batas con estampados florales, hasta pantalones cortos con medias, pasando por batines con motivos orientales sobre un esmóquin, un hombre que mezcla la imagen de dandy con el estudioso de la clase, un amalgama de luz y color.

Gucci, firma de gran influencia en la moda actual, porpone un hombre con un estilo andrógino, excesivo y con brillo, en el que mezcla prendas masculinas y femeninas.

Las prendas de estar por casa o de dormir también están presenten en el armario masculino, así como los estilismo para realizar actividades al aire libre, como el senderismo o las sandalias de excursionista con gruesos calcetines, que propone Versace, según se ha visto en la Semana de la Moda de Milán.

EN PARÍS, ESTILISMOS MÁS URBANOS

Tras las propuestas de Milán y Londres, la Semana de la Moda de París llega a su fin con una pasarela que ha apostado especialmente por estilismo muy urbanos y deportivos, incluso en las piezas de sastrería, buscando la actualización del traje masculino en un intento, que siempre gusta, de adaptarlo al día a día del siglo XXI.

Lanvin, que puso el broche de oro a la Semana de la Moda Hombre en París, apostó por el romanticismo, la libertad, diversidad y sencillez, como defendió el diseñador holandés Lucas Ossendrijver.

Ossendrijver celebra su décimo aniversario al frente de la dirección masculina de la marca, con un trabajo que él mismo considera un manifiesto: “He apostado por la generosidad y la creatividad”, dijo.

La diversidad llegó de la mano de un continuo contraste de tejidos en el que telas satinadas se mezclan con otras mates, donde los colores pasteles alternan con tonos oscuros, casi tóxicos, en una línea oscurantista pero romántica, seductora, como un emblema de Lanvin.