Perros y gatos: una dieta balanceada

Elegir la mejor alimentación para nuestras mascotas no es fácil. La falta de conocimiento y las elaboradas campañas de marketing de las grandes empresas hacen que la mayoría de los dueños no vean las diferencias entre los distintos tipos de alimentos que pueden ofrecer a su perro o gato.

Una de las cuestiones que hay que tener en cuenta es la humedad. El organismo de los perros y gatos está diseñado para comer alimentos con una humedad de aproximadamente un 70%, que es la humedad natural de alimentos frescos.

Esto produce que al consumir alimentos secos tengan la necesidad de beber agua constantemente, hecho que ocasiona un problema, especialmente para los gatos, que no tienen el instinto suficiente como para compensar esta falta de hidratación.

Alimentarse continuamente y durante un largo período de tiempo con alimentos secos hace que los animales se mantengan en un estado de leve deshidratación crónica, lo que provoca estrés en su organismo, especialmente en el sistema renal. Por eso es importante proporcionar a nuestros perros y gatos dietas que contengan humedad en el momento de servir, lo que hace que obtengan todo el agua que necesitan a través de la alimentación.

Así, tan solo dos días después de haber comenzado a alimentarse con comida húmeda, se comprobará cómo ya no tienen la necesidad de beber apenas agua y la orina es más suave. Es bueno alternar ambos tipos de comida, para que que están más saludables.

Ahora, el mercado de alimentos para mascotas ofrece opciones húmedas, para alternar con los secos.

Es bueno tener en cuenta que el alimento perfecto no existe. Cada producto posee unas cualidades nutricionales únicas. Por ejemplo, el pescado tiene propiedades que la carne no tiene y viceversa.

Nosotros mismos nunca comemos alimentos totalmente completos, pero suplimos nuestras carencias porque vamos rotando las comidas. Cada mes ingerimos (o deberíamos hacerlo) pasta, arroz, legumbres, carne, pescado, frutas y verduras, por lo que vamos aprovechando las cualidades nutricionales de cada alimento. Los perros y gatos funcionan exactamente igual: una dieta variada que incluya alimentos frescos en su comida diaria es la mejor opción para su salud y su bienestar.

¡A NO MEZCLAR!

Es bueno prestar atención, además, a que la comida de gatos y la comida de perros tienen un balance nutricional muy distinto. Tanto gatos como perros tienen distintas necesidades y es por eso que hay alimentos especialmente diseñados para cada uno de ellos e incluso para cada una de las diferentes etapas de desarrollo.

Los alimentos para gatos contienen una cantidad mucho mayor de proteínas y grasa. Esto hace que a los perros les encante el sabor pero eso no significa que puedan comerla ya que además de que no cubrirá sus requerimentos nutricionales, puede derivar en daño renal o hepático.

Si de repente Tom, tu cachorro, comió comida de la gata Sully, no debe pasar a mayores. Pero si se le convierte en un hábito, puede generar numerosos problemas debido tanto a la carencia como al exceso de distintos nutrientes.

Por otro lado, la comida de gato puede ocasionar problemas gastrointestinales que incluyen vómitos y diarrea.

Cuando en Tom y Sully conviven, pasan largas horas juntos y también bastante tiempo en casa solos. Entonces, si el cachorro de pronto vomita y te preguntas a qué se debe, hay que verificar si está comiendo la comida de su compañera felino.

Si es así, no hay que despesperar. Solo tomar algunos recaudos. La solución es darles de comer por separado y al mismo tiempo y quitar del alcance de Tom la comida de la gata.

No esperes que “entienda” que no debe comer ese alimento. Como ya lo mencionamos, para un perro el alimento de gatos puede ser muy rico, pero hay que evitar que le cause daño, que es lo que pasaría si lo consume habitualmente.

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