Fumadores gasoleros: se dispara en la Región el consumo de tabaco suelto

Dicen que les sale más barato, que fuman menos y creen que son más sanos

Un atado de 20 cigarrillos cuesta casi lo mismo que un almuerzo en un local de comida al paso: unos 45 pesos. El elevado costo del vicio, debido a los últimos aumentos, impulsó a muchos fumadores a reemplazar la compra del cigarrillo industrial por el kit para armar, que supone tabaco, papel y filtro. “Los armados” se convirtieron en una alternativa más económica para los que aún no lograron dejar el mal hábito.

“Después del último aumento las ventas explotaron. Viene gente que por primera vez va a fumar armados y te vuelven loco con preguntas sobre las distintas variedades”, dice José Tellman, dueño de una tienda de regalos, y cuenta que el grueso de los nuevos compradores de tabaco tienen entre 20 y 30 años.

Aunque el factor económico es el principal motor que empuja a reencausar el vicio, también contribuye la (falsa) creencia instalada de que los cigarrillos armados son más sanos y que ayudan a fumar menos, por el trabajo extra que supone armarlos.

Existen al menos cinco variedades de tabaco: rubio, negro, mezcla, virginia y saborizados (se pueden encontrar sabores como vainilla, mango, rosa y uva blanca, entre otros). Y los precios -de los de mejor calidad- van desde $40 hasta $80.

“Después del último aumento las ventas explotaron. Viene gente que por primera vez va a fumar armados y te vuelven loco con preguntas sobre las distintas variedades”

Si bien la bolsa de tabaco (viene de 30 y de 50 gramos) no es mucho más barata que un atado de 20 de una de las marcas más consumidas, rinde más: se pueden fabricar alrededor de 60 cigarrillos por paquete y los fumadores suelen asegurar que consumen menor cantidad que cuando se trata del producto en su versión industrial.

Al precio del tabaco se le debe sumar el valor del papel (un librito de 75 hojas de buena calidad ronda los $15) y del filtro (puede costar $40 los 200). Si bien existen diferentes variedades y costos, en términos generales se puede decir que un cigarrillo industrial cuesta alrededor de $2 cada uno y los armados aproximadamente $1,40. Aunque la diferencia parece mínima, cobra relevancia para quienes consumen unos 20 cigarrillos por día.

Los armados muchas veces funcionan como “el primer paso” de los que pretenden dejar de fumar. Según la creencia popular, no son tan adictivos como los de etiqueta, tienen menos productos químicos y al exigir un tiempo extra para la fabricación, se consumen menos.

“No es lo mismo sacar un cigarrillo del paquete y encenderlo que ponerse a armar. Necesitás más tiempo y suficientes ganas, no fumás por fumar”, dice Nicolás Muñoz.

los cigarrillos armados, ¿realmente Son más sanos?

Especialistas aseguran que es falsa la creencia instalada de que los cigarrillos armados son más sanos que los industriales. El tabaco suelto sería igual de nocivo para la salud que el que contienen los cigarrillos de etiqueta, ya que los elementos químicos que actúan de forma negativa sobre el organismo provienen del mismo tabaco y no de aditivos.

Lo mismo pasa con la nicotina (responsable de generar adicción): es un compuesto inherente a la hoja del tabaco y no una sustancia que se agregue.

“El consumo de tabaco es la principal causa de muerte por cáncer. Y el que se origina en los pulmones es el más frecuente. El humo producto de la combustión del tabaco en sus diferentes formatos (cigarrillos armados o industriales, cigarros, pipa) contiene más de 250 sustancias nocivas para la salud, de las cuales 69 tienen capacidad carcinogénica demostrada. Ninguna variación en la estructura del tabaco (bajos en nicotina y aditivos) o en la forma de consumo ha demostrado proteger contra su efecto dañino”, afirma el oncólogo Sergio Daniele.

Pese a las campañas antitabaco que se impulsaron en los últimos años, se estima que todavía uno de cada cuatro argentinos es fumador. Según la última estadística de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Argentina ocupa el puesto 46° del ranking con 1.042 cigarrillos anuales por cada adulto fumador.

“Dado la elevada dependencia psicológica y física que genera el consumo de tabaco es fundamental implementar políticas para prevenir el inicio del tabaquismo en los jóvenes y favorecer el cese en los tabaquistas activos”, sostiene Daniele.

$ 15
es el precio de un librito de 75 hojas de buena calidad.

$ 60 
puede costar una bolsa de tabaco de 50 gramos.

$ 40
es el precio aproximado de unos 200 filtros.

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