“Cuando hablé con el Patón y los chicos, no podía no volver"
| 1 de Septiembre de 2016 | 22:41

El capitán del seleccionado argentino de fútbol, Lionel Messi, aseguró esta noche que la gente le "llenó el corazón" al jugar nuevamente con el equipo albiceleste, se quejó de la actuación del árbitro chileno Julio Bascuñán en el partido ante Uruguay y puso en duda su presencia para el martes en Venezuela.
"La gente me llena el corazón. Estoy agradecido por todo el cariño. No engañé a nadie cuando dije eso (su renuncia), fue lo que sentía, pero cuando hablé con el 'Patón' (Bauza) y los chicos no podría no volver porque confío mucho en este grupo", expresó Messi, luego de marcar el gol de la victoria 1-0 frente a Uruguay.
Al ser consultado sobre si está en condiciones de jugar el martes contra Venezuela, Messi dijo: "Me duele mucho el pubis, voy a hablar con el doctor, yo siempre quiero estar, pero se vienen muchos partidos y es el comienzo de la temporada".
El número diez argentino se despachó luego contra Bascuñán, quien expulsó en el primer tiempo al cordobés Paulo Dybala.
"No es la primera vez que nos pasa con este árbitro que nos deja con diez. Uruguay siempre es difícil, no te dejan espacios y lamentablemente por la expulsión que no fue no pudimos hacer el segundo gol que queríamos", señaló.
Y comentó: "Sacamos adelante un partido complicadísimo. Si bien no pudimos hacer el juego que queríamos este grupo y estos jugadores siempre responden en momentos complicados".
"Ojalá que de a poco vayamos creciendo, lo importante era ganar y más de local. No jugamos como quisimos, pero ganamos que era lo más importante", resaltó.
"Nadie esperaba perder de local con Ecuador, pudimos recuperarnos, irnos más tranquilos a la Copa América y ahora queríamos ganar en el comienzo de esta nueva etapa", exclamó.
El 10 regresó al seleccionado argentino de fútbol, tras una renuncia de la cual se retractó, y lo hizo con un gol y un gran nivel que generó la ovación constante de los más de 40.000 mendocinos presentes en el partido ante Uruguay por la séptima fecha de las eliminatorias Sudamericanas rumbo al mundial de Rusia 2018.
Todas las miradas estaban puestas en él y no falló, los hinchas lo ovacionaron cuando entró primero al campo de juego para realizar los movimientos pre competitivos y a los dos minutos del encuentro se llevó la primera ovación tras un caño al lateral izquierdo uruguayo Gastón Silva.
La `Pulga’ realizó varias asistencias de calidad en la etapa inicial que no pudieron ser capitalizadas por sus compañeros y encontró en el cordobés Paulo Dybala y con el centrodelantero Lucas Pratto.
Tras unos buenos primeros quince minutos el partido entró en una meseta que afectó a ‘Lío’ y a los 40 volvió a aparecer Messi. Javier Mascherano filtró un pase aéreo para Emanuel Más, quien la bajó de cabeza al punto penal y de no ser por el defensor de Atlético de Madrid, José María Giménez, quien desvió su remate Messi pudo haber convertido.
A los 42 llegó su gol, si bien la pelota se desvió en Giménez, previamente el crack de Barcelona de España la bajó, la dominó y giro sobre su cuerpo para rematar de zurda y vencer a Fernando Muslera.
A menos de dos meses de su momento más triste en la selección, tras la derrota en la final de la Copa América Centenario por penales ante Chile, Messi convirtió en Mendoza su gol 56 con la selección para ganarse el abrazo de sus diez compañeros y la ovación de todo el público presente en el Estadio Malvinas Argentinas.
Ya en el complemento y con un hombre menos, el planteo argentino se vio forzado a cambiar, y a partir de allí Messi se mostró muy inteligente, tal vez como pocas veces se lo vio con la celeste y blanca.
A los siete minutos casi convierte con un tiro libre tras dejar en ridículo al ex volante de Boca, Nicolás Lodeiro, y a los 13 dejó pagando a todo el mediocampo uruguayo e hizo amonestar a Lodeiro, el tercer uruguayo que vio la amarilla por sus gambetas indescifrables.
Ya en la segunda parte del complemento Messi estuvo muy solo arriba pero fue cuando mejor jugó, se lo vio comprometido yendo al piso, realizó fintas y supo dormir el juego como un ‘diez’ de los de antes.
Messi dejó en claro hoy que si quiere, y el equipo lo acompaña, puede ser el mismo que en el Barcelona y tal vez, como algunos se lo reclaman, puede tener ese plus que tienen los grandes jugadores. Y que para dejar de vestir la diez celeste y blanca tiene que esperar al Mundial de Rusia 2018 e intentar obtener el título que le falta para darle a la Argentina una alegría que no se disfruta desde 1986.
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