Advierten sobre el endeudamiento
| 25 de Septiembre de 2016 | 00:17

Si bien desde distintos medios se elogia el proyecto de Presupuesto para el ejercicio 2017, también se advierte sobre una “inercia que limita los avances hacia una mejor organización del Estado”. Al menos esto se desprende de un informe elaborado por el Instituto para del Desarrollo Social Argentino (IDESA), donde también se advierte que esta tendencia “lleva a un crecimiento del endeudamiento público que no es sostenible en el tiempo”.
Según el Instituto, por primera vez, en más de una década, este estratégico instrumento de información a la ciudadanía sobre los planes del gobierno para los próximos años no es degradado a través de distorsiones y falsedades. Se trata de un progreso importante respecto a lo que venía sucediendo en la gestión anterior.
En términos agregados, el proyecto prevé para el sector público nacional un incremento tanto de los ingresos como de los gastos totales del orden del 22% anual.
FUERTE DEFICIT
Esta situación trae como consecuencia un déficit fiscal primario de 226 mil millones de pesos (2,3% del PBI) y un déficit financiero total –computando el pago de intereses de deuda pública– de 482 mil millones de pesos (4,9% del PBI). Si no se computaran las transferencias del Banco Central y de la ANSeS como ingresos del Estado nacional, el déficit financiero total sube a 6,8% del PBI.
Mantener la meta de reducir la inflación con un déficit fiscal tan elevado obliga a apelar al endeudamiento público. Las condiciones internacionales e internas dan viabilidad a esta estrategia, pero tiene baja sustentabilidad en el tiempo.
Esto se puede observar en el propio Presupuesto donde se proyecta para el sector público nacional en el año 2017 que proyecta que la deuda pública se incrementará en unos 37 mil millones de dólares y los gastos de capital se prevén en 13 mil millones de dólares.
Esto, según IDESA, implica que sólo 1 de cada 3 dólares de aumento de la deuda pública se destinará a inversión pública.
Estos datos muestran que mantener un déficit fiscal elevado requiere apelar al endeudamiento público para cubrir gastos corrientes y renovar deuda que vence.
La contrapartida es un nivel relativamente bajo de inversión pública. Contraer créditos que sólo en parte son destinados a invertir implica posponer sacrificios presentes por mayores sacrificios futuros. La deuda tiende a crecer a un ritmo superior a la capacidad de repago debido al insuficiente esfuerzo de inversión. Dicho de otra manera, la falta de austeridad actual tendrá que ser asumida en algún momento.
El proyecto de presupuesto denota una tendencia inercial respecto al manejo del Estado de los últimos años y un dejo de conservadurismo. Esto se puede explicar por el fallo de la Corte referido a las tarifas, las condiciones de la coyuntura política y social y también por las tentaciones de disponer de recursos en el nivel central para asignarlos discrecionalmente. Pero se trata de una estrategia que tiene costos y que no es sostenible en el tiempo.
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