Otro hecho de violencia en un hospital platense

La caldera a presión en la que trabajan los profesionales de los hospitales públicos platenses volvió a quedar en evidencia ayer, cuando una médica debió encerrarse en un quirófano para evitar que la agrediera un familiar de una paciente, disconforme con el funcionamiento del centro asistencial.

El episodio sucedió en horas de la mañana en el Gutiérrez, situado en diagonal 114 entre 39 y 40, y derivó en la intervención de agentes de seguridad privada, en primera instancia, y más tarde de la Policía.

Según trascendió, apenas pasadas las siete y media, una joven pareja llegó a la guardia del hospital, desconsolada por la interrupción de un embarazo. Pero mientras el personal de guardia preparaba a la mujer para las curaciones del caso, el muchacho comenzó a culparlo por haber perdido el bebé, presuntamente por no haber detectado el problema en anteriores visitas.

“Se puso como loco, y en un momento empezó a pegar trompadas y patadas a las paredes de durlock” relató una de las profesionales, que prefirió no revelar su identidad: “le dijo a la médica de guardia que la iba a matar; llamó a seguridad pero tardaban, así que no le quedó otra que encerrarse en el quirófano tres cuartos de hora”.

“El chico rompió todo, y al final apareció la gente de seguridad y lo calmó” se recordó: “la chica quedó internada para un raspado, y el novio volvió a aparecer a la tarde con la misma actitud, descontrolado porque tenía que esperar que hubiera un quirófano disponible. Al final, tuvo que venir la policía a custodiarlo para que no volviera a provocar destrozos. Las paredes quedaron llenas de agujeros”.

TAMBIEN anteayer

En las últimas horas del miércoles, dos hombres que habían sido capturados por efectivos policiales tras lastimarse rompiendo los vidrios de un local céntrico, provocaron incidentes cuando se los trasladó al Gutiérrez para curarles los cortes: acusaron a los médicos de robarles la billetera.