Una batería de reclamos moviliza al barrio 19 de Febrero
| 7 de Enero de 2017 | 02:56

En el barrio “19 de febrero”, el agua corriente sobra en las calles y falta en la red domiciliaria. La particularidad se observa en las numerosas pérdidas que hay sobre las calles 118 y 90, que han terminado por formar extensos piletones, mientras los vecinos denuncian que hace un mes que de día no tienen ni una gota de agua. “Acumulamos números de reclamos, pero nadie viene a reparar las pérdidas que además de dejarnos sin presión, están arruinando todas las calles”, cuenta Marina Teherán, una de las vecinas afectadas por la falta de agua en su hogar.
Los vecinos consignan que en el último mes la situación se volvió extrema y que después de la lluvia, el barrial que ya existía por las pérdidas de agua, provocaron un anegamiento sin precedentes.
“No pretendemos que nos pavimenten, solo queremos que arreglen las pérdidas y tiren un poco de material calcáreo para poder entrar y salir del barrio”, dice una vecina.
Los caños de la red de Absa están rotos desde abril del año pasado y los vecinos opinan que el hecho de que no se hayan arreglado durante tantos meses habla de la desidia de la empresa. Con una presión prácticamente nula durante el día, los vecinos tienen que esperar a la madrugada para tomar una ducha y, en la mayoría de los hogares, dejó de usarse el lavarropas por temor a que se queme.
La pérdida más grande está en 88 y 118 y hubo gente que tuvo que hacer un surco para que el agua no quedase estancada.
Para colmo el agua termina en un zanjón inmenso que corre contiguo a la calle y está lleno de pastizales. Los vecinos aseguran que entre la vegetación y el agua proliferan los mosquitos y otro tipo de insectos.
“Es un desastre se juntan todo tipo de bichos desde mosquitos hasta ratas y culebras porque la zona está dejada a la buena de Dios, falta limpieza y arreglo de calles”, agrega Gabriela Gianpieri, vecina de la zona.
Los vecinos también dicen que es necesario que se arregle un puente mediante el cual se cruza el zanjón para llegar a la plaza, un sitio por el que pasan las familias con sus hijos.
“Al puente le faltan varios tablones y se mueve para todos lados, es un peligro que nuestros hijos vayan a jugar a la plaza y puedan terminar en el zanjón”, señala Aldana Nardone, mamá de tres pequeños.
La plaza se ve con todos los juegos rotos y en el medio del predio hay una pérdida cloacal que produce empantanamientos y olores nauseabundos.
“Nosotros nos inundamos en abril de 2013 y no recibimos ningún tipo de ayuda, hay casas que fueron intrusadas y no se hizo nada. Lo único que pedimos es que limpien los yuyales y arreglen las pérdidas y las calles, no es mucho para las autoridades comunales”, concluye un vecino.
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