El Normal 1 hace punta en salud e integración para 4 mil alumnos

La asociación cooperadora del Normal 1 se propuso dos objetivos ambiciosos: una escuela cien por ciento accesible para discapacitados motrices y salud bucal de calidad para todos los alumnos. Y ya está a un paso de alcanzarlos.

Ayer a la tarde, el gigante arquitectónico que alberga a casi 4.000 alumnos de todos los niveles de la enseñanza estaba casi vacío. Un paro de auxiliares redujo la jornada escolar al turno mañana. Pero el director de la unidad académica, las directivas del nivel primario y la presidenta de la cooperadora se encontraban en la institución, y contaron que “el deseo es que antes de fin de año podamos contra con la oruga para que los niños con discapacidad motriz puedan subir y bajar todas las escaleras y disfrutar de todos los espacios de la institución”.

El colegio ya hizo punta con el consultorio odontológico -con el objetivo secundario de provocar imitaciones- y va camino a convertirse en la institución pionera en materia de accesibilidad con la adquisición de la oruga.

La titular de la cooperadora, Lidia Garrido, comentó que “este año llevamos ahorrados 62 mil pesos, y la oruga cuesta 175.000. Haremos todo lo posible por recaudar la mayor cantidad de fondos durante la correcaminata y barrileteada del sábado 28 (de octubre) con el fin de reducir esa brecha”.

El director de la unidad académica, Jorge Dománico, quien ayer hizo las veces de portero pues había un evento de docentes, subrayó la importancia de que los niños puedan ir a la planta alta. “Queremos que los chicos con dificultades motrices, que los hay, puedan usar los laboratorios y la biblioteca, que funcionan en el primer piso. Sería un paso enorme hacia una escuela realmente inclusiva”.

Señaló que si bien cuentan con un laboratorio móvil, en la planta alta del Normal 1 “hay tres fantásticos laboratorios, de Física, Química y Biología, que ofrecen un abanico de posibilidades para trabajar y aprender que los móviles no proveen”.

“Además, arriba está la biblioteca”, añadió.

Por cierto, el Normal 1 cuenta con una biblioteca que ningún niño por ningún motivo debe dejar de disfrutar. Y en eso trabajan los cooperadores y las autoridades de la institución.

Como se sabe, la oruga es un dispositivo que se puede trasladar de un lado a otro y que posibilita subir y bajar las escaleras más empinadas a quienes deben desplazarse en sillas de ruedas. Y el edificio patrimonial del Normal 1 tiene muchas escaleras. Una, por ejemplo, no permite que los pequeños con problemas motrices que van al jardín de infantes compartan con sus compañeros actividades recreativas.

“Los alumnos del jardín tienen que sortear escaleras para llegar a un hermoso espacio verde que, además, cuenta con los juegos típicos de los establecimientos de nivel inicial. Con la oruga también alcanzaríamos ese nivel de inclusión”, resaltaron el profesor Dománico y Lidia Garrido.

ortodoncias gratuitas

Mediante el convenio que firmó con la Facultad de Odontología de la UNLP, el colegio de 51, 14 y 15, reabrió el consultorio odontológico que nació con el edificio en 1932 y que funcionó unos cuantos años.

“Alumnos avanzados que están haciendo la residencia y profesores atienden de lunes a viernes, de 8 a 17, es decir que cubren los turnos mañana y tarde completos. Pero además, hace poco comenzaron a realizar las primeras ortodoncias gratuitas (como gratuita es la atención a todo el personal)”, realzó Garrido.

El Normal 1 tiene, como se dijo, unos 4 mil alumnos que, sumados a docentes y auxiliares, integran una comunidad de casi 7 mil personas.