Mirada platense en la Cumbre: “una atmósfera de mayor alarma”

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Desde 2004 la Fundación Biosfera participa como veedora por la Sociedad Civil de las cumbres del clima y a partir de esa experiencia, su presidente, Horacio de Beláustegui, no duda en considerar que la atmósfera de alarma de cumbre a cumbre es creciente entre los dirigentes relacionados con la cuestión climática, pero que al mismo tiempo, cuesta crear conciencia en general en torno a la urgencia con que es necesario implementar acciones para mitigar el cambio climático y adaptarse a sus consecuencias.

Particularmente, en esta cumbre, la difusión por parte de la Organización Meteorológica Mundial de un informe que daba cuenta de un récord en la emisión de dióxido de carbono en 2016 en los días previos, encendió todas las alarmas.

Ayer un nuevo informe reveló que casi se duplico en tres años el número de sitios del patrimonio mundial amenazados.

“El impacto de este informe es grande y sus conclusiones preocupantes.,. Nos está mostrando que así como impacta en los ecosistemas urbanos, el cambio climático también está impactando con fuerza en los naturales. Hay muchos indicadores, cada vez más. El cambio de la biodiversidad de los océanos por el calentamiento global, el avance de la salinización del Mar del Norte, la aparición de vegetación en la Antártida, el retroceso de los glaciares. Son problemas acerca de los cuales el IPCC está advirtiendo desde hace mucho tiempo y que todavía pueden tener consecuencias más profundas, como el avance de nuevas enfermedades a partir de la expansión de vectores a áreas cuyo clima se tropicaliza”, dice de Beláustegui.

Hay cada vez más indicadores del cambio climático en ecosistemas urbanos y naturales
Horacio de Beláustegui. Presidente de Fundación Biosfera

El especialistas platense destaca que frente a estos nuevos indicadores que se van difundiendo en los distintos encuentros, los dos pilares en los que se basa el trabajo de los participantes de la cumbre son la mitigación de las emisiones y la adaptación al impacto del calentamiento global.

“En estos días que pasaron trabajamos muy cerca de representaciones de América Latina y notamos que Chile y Uruguay son los que más han avanzado en el reemplazo paulatino de una matriz energética basada en los combustibles fósiles hacia el uso de energías renovables. Nosotros seguimos estando atrasados en ese terreno, aunque en los últimos años se avanzó un poco”, dice de Beláustegui.

El otro aspecto que preocupa es la falta de información acerca de las buenas prácticas ambientales aplicables por la población en general.

“En la cumbre se ve de todo. Hay países que están muy avanzados en este punto y otros a los que les falta recorrer mucho camino. En la Argentina también tenemos mucho por hacer en este plano”, dice de Beláustegui.

 

 

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