En el derbi de Madrid, Atlético y Real jugaron para el Barcelona


El derbi madrileño entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid, el primero en el flamante Wanda Metropolitano, terminó sin goles y sin dueño, con un empate insuficiente para ambos que alienta el panorama del Barcelona, distanciado en diez puntos y con el Valencia como perseguidor más próximo. 

La escasez de acierto del conjunto del Cholo y del Merengue le permite al equipo de Ernesto Valverde, que ganó en el estadio de Butarque (0-3), alejarse cada vez más. 

El Valencia, que el domingo visita al Espanyol, puede seguir a cuatro del conjunto azulgrana si logra los tres en Montjuich. 

El primer derbi madrileño que acogió el Wanda Metropolitano tuvo tensión, pasión y emoción. Pero también falta de acierto. Reflejó el duelo las dudas del Atlético y el Real Madrid, apartados los dos de su mejor versión a estas alturas del curso. 

El punto no les vale para casi nada en sus pretensiones en la Liga, porque el juego tampoco sirve para nada si se trata de recuperar sensaciones perdidas, salvo en casos individuales y puntuales, porque aún anhelan a Griezmann, Cristiano o Benzema y porque ganar un derbi en los últimos tiempos requiere mucho más de lo que demostraron este sábado el conjunto rojiblanco y el blanco. 

El partido fue mucho más tenso que preciso, mucho más vibrante que brillante, mucho más de pelea que de combinación, con toda la presión que había generado el Barcelona horas antes. 

Y es que el Barcelona sigue a lo suyo. No falla. Sumó en Butarque su undécima victoria en doce jornadas (0-3). El cuadro de Ernesto Valverde, al que se cuestiona la escasa brillantez en el juego, saca adelante sus compromisos. Y sus cifras son incontestables. 
 

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