En aulas prestadas, los alumnos de la Primaria incendiada volvieron a clases

Gustavo Papa

gustavopapa@eldia.com

Alumnos de la Primaria 23 pudieron regresar ayer a clases. Fue muy especial el retorno a las aulas. No pudieron hacerlo a las suyas, sino que tuvieron que hacerlo en salones prestados, nuevos, modernos, que los cobijarán hasta fin de año. Pero no eran las que habitualmente los reciben, con ese clima especial que tiene el espacio “propio”. Esta fue una de las consecuencias que dejó el voraz incendio que afectó a la sede de 7 y 601. Los estudiantes de la Secundaria 81 se acomodaron ayer como pudieron en los salones que quedaron en pie tras el tremendo siniestro del fin de semana.

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Para el caso de la Primaria 23 tuvieron que montar un operativo especial entre directivos y docentes para trasladar a los chicos desde la sede de barrio Aeropuerto hasta Villa Elvira. El viaje de ida fue todo expectativa e incertidumbre para los alumnos de 5to. y 6to. grado. El viaje de vuelta estuvo acompañado por una lluvia torrencial, y hasta el clima pareció ensañarse con una comunidad educativa golpeada por la desprotección, que la pone a merced de vándalos.

Pero hubo un dato que calmó un poco la angustia. Cuando llegaron los chicos al colegio cedido por la comunidad de Cristo Rey en 8 y 81 fueron recibidos por un pasacalle de bienvenida. La cálida bienvenida, bajo el lema “Nadie vive para si mismo”, fue acompañada por alumnos secundarios del colegio que prestó las instalaciones.

Ese gesto de confraternidad le puso una fuerte cuota emotiva a la mañana de cientos de chicos que trataban de acostumbrarse al nuevo espacio, que será el que los hospedará de aquí hasta que finalice este ciclo lectivo.

La directora de la Primaria 23, Ileana Escudero, remarcó: “Agradecemos de corazón este espacio cedido, pero queremos que la prioridad en la cartera educativa pase por la construcción del nuevo edificio para nuestra escuela”.

Los chicos de 5º y 6º grado tienen que reunirse antes de las 8 de la mañana en la puerta de la Primaria 23. De ahí suben a cinco micros de línea que gestionó la Municipalidad para la dirección de Educación provincial y se haga el traslado hasta 8 y 81. Por la tarde son 10 los micros, porque van los alumnos de 1º a 4º grado para hacer el mismo trayecto.

SENTIMIENTOS ENCONTRADOS

Algunos alumnos expresaron su alegría por el regreso. Otros destacaron las nuevas instalaciones. Pero no faltaron los que tuvieron sentimientos encontrados porque su deseo es regresar cuanto antes al edificio propio. Al finalizar el turno mañana, un alumno de 5º grado despidió con un fuerte abrazo a una maestra en la puerta de 7 y 601 donde habían regresado tras la primera jornada escolar “fuera de casa”. Ese abrazo interminable bajo la intensa lluvia de fondo simbolizó la fortaleza de los vínculos entre alumnos y docentes, y que la comunidad educativa está preparada para luchar contra la adversidad.

Donde van a estudiar los chicos de 5º y 6º grado es un edificio que aún no está inaugurado porque faltan tramos de construcción en el ingreso a la sede escolar. Los operarios que están trabajando a destajo para terminar las tareas hicieron una pausa en su jornada laboral para observar cómo los docentes guiaban con enorme cariño el paso de los chicos al turno de subir a cada micro. “Hasta que yo llegue (a 7 y 601) no baja nadie”, pidió la directora de la Primaria 23 a sus docentes.

Los chicos que van a la tarde comparten edificio con los de la comunidad educativa de Cristo Rey, sobre la calle 81, porque en ese turno hay espacios para compartir. Sin embargo, tendrán un horario especial, algo más reducido del habitual, para poder hacer el trasbordo de los alumnos hasta 7 y 601 de la mejor manera posible.

Sobre la investigación del incendio que dejó sin escuela a más de 700 chicos de barrio Aeropuerto, no hay muchos avances, según indicaron en la comunidad educativa afectada por el siniestro. Pero no parece ser lo que más preocupa a las autoridades y docentes, quienes por estas horas ponen énfasis en la necesidad de encarar cuánto antes la construcción del nuevo edificio para arrancar el ciclo lectivo en la sede de barrio Aeropuerto.

Una docente que dialogó con este diario dijo que “estamos reconfortados con las respuestas solidarias que hemos tenido. Pero queremos regresar lo antes posible”.

En la comunidad educativa y parroquial de Cristo Rey estuvieron esta semana preparando la bienvenida a los chicos de la Primaria 23 y trabajaron contra reloj para hacerlos sentir en casa. “Tenemos que pensar en el otro, ese es el espíritu de nuestra comunidad y se desarrolla con hechos”, indicó una fuente del colegio de 8 y 81.

El domingo se produjo el incendio en la sede que comparten la Primaria 23 y la Secundaria 81. Intervinieron dos dotaciones de bomberos que más allá de sus esfuerzos y de haber contrarrestado la furia de las llamas no pudieron evitar el deterioro edilicio. Según los partes oficiales, cuando el fuego cobró intensidad se alimentó al mismo tiempo de los techos de madera y devastó aulas, mobiliario y el pasillo principal, donde dejó paredes y pisos cargados de hollín por el lamentable hecho.

El barrio se mostró conmocionado. Su escuela había sido afectada de tal forma que consumió casi el 70 por ciento de las instalaciones. Al día siguiente se acercaron funcionarios provinciales y municipales, quienes ofrecieron distintas herramientas para ayudar a la comunidad educativa.

700

Son los alumnos afectados por el incendio de la sede escolar de 7 y 601. Los de la primaria tienen que cursar hasta fin de año en el edificio que le prestaron en 8 bis y 81.