De cabeza a la tranquilidad

El equipo de Lucas Bernardi aún tiene mucho para mejorar, pero el triunfo de ayer le permite trabajar con más calma durante la semana y dejar atrás la mala imagen que había dejado en la caída ante San Martín

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Por LAUTARO SEGURA
COMENTARIO

Estudiantes logró un triunfo necesario como el agua ayer por la tarde en Quilmes: sin mostrar un fútbol de alto vuelo, le ganó 1-0 a Argentinos y volvió a cantar victoria tras la caída del último fin de semana ante San Martín en San Juan. El equipo conducido por Lucas Bernardi aprovechó una de las tantas infracciones que el Bicho cometió cerca de su área y, gracias a un cabezazo letal de Jonatan Schunke, trabajará con más tranquilidad en los quince días que tiene para preparar el encuentro ante Tigre. Le falta mejorar un montón, pero hizo lo que tenía que hacer: ganar.

El encuentro, que se jugó en una calurosa tarde quilmeña, no empezó de la mejor manera para el Pincha, ya que el equipo de Alfredo Berti fue el que se hizo de la pelota en los primeros minutos y generó las primeras aproximaciones. Igualmente este panorama duró poco porque Estudiantes se logró acomodar adentro de la cancha y le empezó a cortar los circuitos de juego a la visita.

Lo mejor del equipo pincharrata en el primer tiempo se produjo entre los 20 y los 30, cuando tanto Lucas Rodríguez como Marco Borgnino empezaron a penetrar con más peligrosidad las bandas y Gastón Fernández comenzó a conducir los ataques como una especie de enganche.

Mariano Pavone, que por momentos estuvo muy solo arriba, casi marca el primero tras una habilitación de la Gata, mientras que minutos más tarde Borgnino lo tuvo dos veces pero falló en la puntada final.

El Bicho había perdido la pelota y, además, cometía demasiadas infracciones cerca de su área. Esto en el primer tiempo Estudiantes no supo aprovecharlo ya que, más allá de un cabezazo de Schunke en el comienzo que terminó siendo como una suerte de presagio de lo que sucedería después, la mayoría de las pelotas paradas terminaron siendo despejadas por la defensa visitante.

Ya en el último tramo del primer tiempo el equipo pincharrata se fue desinflando, mientras que Argentinos volvió a recuperar campo y juego. A diez del final Leonardo Pisculichi estrelló la pelota en el palo derecho de Andújar, en lo que fue la jugada más clara del equipo de La Paternal en todo el partido.

Sin tiempo para mucho más, Estudiantes terminó el primer tiempo mostrando una mejor imagen que en San Juan pero aún sin poder hacerse ciento por ciento protagonista del partido.

EN EL COMPLEMENTO, SCHUNKE MADRUGÓ A TODOS

Al igual que en la primera parte, al minuto de juego Argentinos cometió una infracción cerca de su área pero, en esta ocasión, Estudiantes no perdonó. Fernando Zuqui se hizo cargo de la misma y la metió en el corazón del área, en dónde Jonatan Schunke le sacó más de una cabeza a su marca para meter un frentazo letal al ángulo y gritar con alma y vida el 1-0 pincharrata.

El gol agrandó al Pincha en los minutos siguientes y encendió a jugadores como Lucas Rodríguez, que empezaron a convertirse en una pesadilla para la última línea del Bicho. Pero pasando los primeros quince minutos el encuentro volvió a hacerse igualado en cuanto al juego y las chances de gol eran casi nulas para ambos.

Estudiantes, urgido por mantener la ventaja, prefirió regalarle campo a la visita y apostar al contragolpe y, por eso mismo, Lucas Bernardi puso en cancha a un jugador rápido como Juan Otero para que agarre mal pisada a la defensa. Pero pocas veces ocurrió eso, y las chances más claras sobre el final las tuvo Argentinos, especialmente la del ingresado Mauro Quiroga, quién en la primera pelota que tocó anticipó a su marca dentro del área, la mandó por encima del travesaño y paralizó más de un corazón en las tribunas del Centenario.

El inoxidable Rodrigo Braña, apoyado por momentos por Israel Damonte y por otros por Zuqui, fue clave para mantener la pelota en muchos momentos lejos del arco albirrojo e, inclusive, recibió la dura falta por la que Juan Camilo Sainz vio la tarjeta roja a los 40 minutos.

Ese hombre de más no lo hizo pesar Estudiantes, que siguió apostando a que pasen los minutos para quedarse con la victoria. Un comprometido pase de Damonte hacia Andújar, que terminó en un mal despeje de este, casi le dan el empate a Argentinos, pero Braian Romero terminó pateando desviado.

Fue triunfo de Estudiantes en Quilmes, el tercero en la Superliga y el segundo como local. Si bien aún tiene mucho para mejorar, la victoria siempre da confianza y tranquilidad para trabajar.

 

 

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