La Sudamericana, una copa que está teñida de celeste y blanco

La Copa Sudamericana fue creada en el 2002 por la CONMEBOL como la segunda competencia más importante de Sudamérica a nivel clubes detrás de la Copa Libertadores, imitando a la Europa League (ex Copa UEFA) del Viejo Continente, y desde su primera edición siempre le cayó bien a los equipos argentinos: en 8 de las 16 copas disputados hasta el momento salió campeón un equipo de nuestro país, mientras que solamente en cuatro ocasiones no hubo un conjunto albiceleste en la final.

El primer argentino campeón fue San Lorenzo, que se quedó con la edición inaugural venciendo a Atlético Nacional en la final con un 4-0 en el global. Al año siguiente, en el 2003, River llegó al partido decisivo pero perdió frente a Cienciano de Perú con un 4-3 en el marcador de la serie (3-3 y 0-1).

En las ediciones del 2004 y 2005 Boca se volcó de lleno a la competencia y logró su cometido, ser el primer bicampeón de la competencia. El primer año venció al Bolivar de Bolivia en la final, mientras que doce meses después se impuso a los Pumas del UNAM en una serie que se definió por penales en La Bombonera.

Tras un 2006 con Pachuca de México campeón y sin argentinos en la final, en el 2007 Arsenal dio el gran batacazo al lograr su primer título en su historia y, para colmo, internacional. De la mano de Gustavo Alfaro, el equipo de Sarandí logró imponerse en la final al América de México gracias a la ventaja del gol de visitante (el global terminó 4-4).

En el 2008 otro equipo argentino llegó a la final y, en dicha ocasión, fue Estudiantes con Leonardo Astrada como el director técnico. Tras eliminar a tres equipos argentinos (Independiente, Arsenal y Argentinos) y al Botafogo de Brasil, llegó a una final internacional después de 37 años ante el Inter de Porto Alegre. La ida la ganaron los brasileños en La Plata por 1-0, mientras que en los 90 minutos reglamentarios en el Beira Río el Pincha igualó la serie con un cabezazo de Agustín Alayes. Pero en tiempo suplementario el local logró el gol que le dio el trofeo en su casa.

Al año siguiente fue la segunda vez que no hubo argentinos en el partido decisivo (Liga de Quito le ganó a Fluminense), pero en el 2010 otra vez hubo presencia albiceleste con Independiente, quién venció por penales a Goias en el estadio Libertadores de América con Antonio Mohamed como entrenador.

Luego de la obtención de Universidad de Chile en 2011 venciendo a Liga de Quito en la final, en 2012 Tigre alcanzó su primera final internacional y enfrentó al San Pablo, quién finalmente terminó siendo el campeón. El partido decisivo se jugó en el Morumbí y es aún recordado porque el Matador no salió a jugar el segundo tiempo (perdía 2-0) por la agresión a los jugadores por parte de la policía local.

En 2013 Lanús, comandado por Guillermo Barrios Schelotto, alcanzó la instancia decisiva y gritó campeón venciendo al equipo brasileño Ponte Preta por 3-1 en el resultado global (1-1 y 2-1). Una año más tarde, River se tomó revancha de la final perdida en el 2003 y festejó su primer título en la era de Marcelo Gallardo ganándole a Atlético Nacional por 3-1 en el global y dando la vuelta en el Monumental.

Ya en el 2015, Huracán logró acceder a la final pero perdió por penales a manos de Independiente Santa Fe tras igualar 0-0 en ambos partidos. El Globo, antes del Rojo en esta edición, había sido el último argentino en llegar a la final.