Con las Fiestas se lanza la temporada alta de pirotecnia: cómo cuidar a nuestras mascotas

Edición Impresa

En las Fiestas, todos la pasan bien... menos las mascotas. Y la gran culpable es la pirotecnia. Es que a las ricas comidas, el brindis y los regalos de Papá Noel se le suman los fuegos artificiales que tanto afectan a perros y gatos, pese a que en los últimos años muchos platenses tomaron conciencia de esta problemática.

La pirotecnia les causa estrés y hasta muchas escapan corriendo sin rumbo. Pero es posible ayudarlas, sólo hay que saber cómo hacerlo.

Según estudios, los animales tienen desarrollado mucho más que el humano el órgano auditivo. Ellos son más perceptivos que nosotros al momento de escuchar ruidos suaves. Relacionan los ruidos de tenor grave con eventos peligrosos, como tormentas eléctricas, terremotos y erupciones volcánicas. Es por ello que la pirotecnia les despierta ese miedo instintivo.

Los expertos sostienen que perros y gatos sufren por igual, y explican que como el gato es más escurridizo y se esconde mejor, corre menos peligro a la hora de la pirotecnia, ya que es más cuidadoso con su entorno. En cambio, el perro, por su tamaño y en su desesperación puede romper objetos, atravesar ventanas o puertas.

A la hora de aconsejar sobre medicamentos que los tranquilicen en esta época del años, veterinarios aseguran que las reacciones son distintas según cada animal. Depende de su peso, de si tiene o no problemas del corazón y de otros factores. Existen productos diversos para sedación y nunca hay que medicar sin asesoramiento profesional, ya que este tipo de fármacos tiene sus contraindicaciones que el veterinario de cabecera explicará en términos simples y claros.

Algunos son en gotas, y se administran en forma sublingual. Otros son comprimidos. Eso sí, hay que tener en cuenta que los tranquilizantes pueden deprimir a la mascota o bajarle mucho la presión. El animal se duerme profundamente durante dos horas y, al despertarse, está unos 20 minutos algo perdido, aunque no hay que asustarse ya que pronto vuelve a actuar normalmente.

Pese a que la gran mayoría de quienes tienen mascotas desistió de divertirse con la pirotecnia, los animales no escapan al contexto. Por eso una buena opción es acompañarlos, darles mimos, hablarles, tranquilizarlos, darles agua con azúcar -esto les mejora la circulación-, y, dentro de las posibilidades, tratar de proporcionarles un aislamiento acústico.

Lo recomendable es no dejarlos solos y prepararles un ambiente cerrado para poder controlarlos. Otra opción válida es hacerlos escuchar música o dejarles la televisión prendida a un volumen alto para que eso les evite escuchar con claridad lo que sucede afuera. Además, otro consejo útil, es que durante el día hagan ejercicios para que lleguen a la noche menos excitados y más cansados.

También es importante quitarles los objetos que pueden resultarles peligrosos y darles su espacio para que si desean esconderse lo puedan hacer tranquilos bajo nuestra supervisión. Que sepan que estamos con ellos.

Si no tenemos más opción que dejarlos solos, hay que tomar recaudos como asegurarse que estén bien cerradas puertas y ventanas exteriores y quitar objetos que puedan romperse y causarles daños. Armarles un refugio en algún armario o baño para que puedan protegerse allí en el momento más crítico de la noche también es una buena opción, al igual que dejarles juguetes a mano para que se entretengan. En el caso de sedarlos, se aconseja no dejarles comida para que puedan atragantarse.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE