Con Sofía Tournier, el taekwondo argentino tiene el futuro asegurado
| 20 de Diciembre de 2017 | 16:44

Por MARCELO CARIGNANO
La historia de Sofía Tournier con el taekwondo comenzó con un folleto que llegó a sus manos a través de su hermano, quien en ese entonces jugaba al fútbol infantil en Montego.
Con apenas siete años, su papá había intentado interesarla en varios deportes con escaso éxito, y sin entender ni conocer de qué se trataba, la pequeña observó el papel impreso y se propuso comenzar a practicar el arte marcial.
Le comunicó la decisión a su padre con la misma firmeza que, dos años después, mostraría frente a su profesora Fernanda Garrido, mientras ambas se encontraban sentadas en una escalera a la espera de que las pasen a buscar. “Quiero competir en los Juegos Olímpicos”, fue la frase de “Pipi” a quien hoy es, además de su entrenadora, una ladera fundamental en su carrera.
En poco tiempo, Sofía le tomó “el gustito” al taekwondo, y comenzó a superarse y a superar a sus compañeros. Hasta que, con el objetivo de seguir creciendo deportivamente, junto a Fernanda se mudaron a Unión Vecinal, donde los desafíos eran mayores.
El cambio dio sus frutos, y a los 13 años consiguió su primer título, al ganar el torneo Provincial en 2013, logro que repetiría en 2014, 2015, 2016 y 2017.
Luego llegaría la entrada al Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CENARD) y a la Selección Argentina, y la posibilidad de ser cada vez mejor se fue materializando.
Así llegaron más oros: el primer Nacional, en 2014, en categoría Cadetes (41 kg), y también internacionales, con los G1 de Bolivia y Paraguay, y en el Sudamericano de Perú en categoría Junior (2015). A esos se sumaría el Nacional de 2016 (44kg). El paso más grande tendría lugar un año después.
LA PROMESA DEL TAEKWONDO ARGENTINO
El 2017 la tuvo como ganadora en el Canadá Open y conquistó el segundo lugar en el Argentina Open.
Sin embargo, el probablemente triunfo más resonante se dio con su debut en mayores. Sofía, con 17 años, debutó en el Campeonato Nacional en la categoría Senior (46kg), y arrasó: tras ganar tres peleas, en la final consiguió la victoria por un amplio margen ante la campeona de la edición anterior, justo en el día de su cumpleaños.
“Estaba un poco nerviosa, pero lo supe manejar bien”, contó sobre ese logro. Para su entrenadora, “no sintió el cambio de categoría, nunca me había pasado con otro atleta”.
Claro que para conseguir todos esos torneos y ser reconocida como una de las promesas del deporte en Argentina, Sofía debió -y aún lo hace- sacrificar muchas cosas y, por sobre todo, trabajar.
Salidas con amigas, tiempo con la familia, e incluso ir a la escuela, son todas situaciones de la vida cotidiana que debió posponer para cumplir el sueño de ser la mejor.
Después de esas dos preseas doradas y de asimilar lo que fue una experiencia enriquecedora, Sofía y Fernanda se encuentran preparando el proceso para lo que será el 2018, con el Mundial y los Panamericanos. La meta, aclaran, está puesta en el sueño de la luchadora: los Juegos Olímpicos de 2020.
-¿Te imaginás, dentro de dos años, volver a sentarte en esa silla pero con las medallas en la mano?
-Me encantaría, sería un sueño, pero nunca se sabe. Si se da sería genial, y después apuntar más alto.
Por lo pronto, el futuro del taekwondo argentino está en las manos correctas.
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