Trump lamentó las mentiras de su ex asesor: “no había nada que ocultar”

El presidente de EE UU minimizó la crisis política, pero cambió la versión sobre los motivos por los cuales echó a Flynn

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WASHINGTON

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lamentó ayer que su ex asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn, se declarara culpable de mentir al FBI porque su actuación fue “legal”, dijo, y “no había nada que ocultar”.

“Tuve que despedir al general Flynn porque mintió al vicepresidente y al FBI. Se ha declarado culpable por esas mentiras. Es una vergüenza porque sus acciones durante la transición fueron legales. ¡No había nada que esconder!”, escribió Trump en su cuenta personal de Twitter.

Flynn admitió el viernes en una audiencia en la corte del Distrito de Columbia en Washington, ante la fiscalía especial que investiga la injerencia del Kremlin en las últimas elecciones presidenciales, haber mentido al FBI sobre sus conversaciones con el embajador ruso en Estados Unidos, Serguéi Kisliak.

“NO HUBO CONNIVENCIA”

Antes de poner rumbo a Nueva York, donde pasó la jornada de ayer, Trump declaró a un grupo de periodistas que le preguntaron por esa última noticia que no se produjo “connivencia en absoluto” entre su equipo de campaña y el Kremlin.

El tuit enviado por Trump unas horas después haciendo referencia directa a Flynn ha llamado la atención de medios nacionales como CNN, que señalan que el presidente parece indicar que sabía que el ex asesor había mentido al FBI cuando dejó su cargo.

Las conversaciones de Flynn con Kisliak se produjeron en diciembre de 2016 y versaron sobre unas sanciones que el ex presidente Barack Obama había impuesto a Rusia, así como sobre una resolución sobre los asentamientos israelíes que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se estaba preparando para votar.

Flynn, un militar de carrera que entre 2012 y 2014 dirigió la Agencia de Inteligencia de Defensa de EE.UU., fue asesor nacional en la Casa Blanca durante 25 días, pues tuvo que dimitir por haber mentido al vicepresidente, Mike Pence, y a otros altos oficiales sobre el contenido de ese contacto con el embajador ruso.

Las conversaciones supusieron un escándalo porque entonces Obama aún era presidente y el equipo de Trump no estaba autorizado para tomar decisiones con Gobiernos extranjeros.

Durante la audiencia del viernes la fiscalía especial aseguró que “importantes miembros” del equipo de Trump sabían de esos contactos entre Flynn y Kisliak, lo que podría desembocar en más imputaciones.

El FBI interrogó a Flynn sobre sus contactos con el embajador ruso el 24 de diciembre, solo cuatro días después de que Trump tomara posesión como presidente.

Flynn mintió y, como consecuencia, el fiscal especial Robert Mueller presentó cargos en su contra, de los que se declaró culpable y por los que podría pasar hasta cinco años en prisión.

CAMBIO

Sin embargo algunos analistas, destacado por la agencia de noticias AP destacaron que Trump cambió su versión sobre por qué despidió a Michael Flynn como su asesor de seguridad nacional, y ahora indicó que él sabía en ese momento que Flynn le había mentido al FBI y al vicepresidente Mike Pence sobre sus contactos con los rusos, lo cual representó un giro con respecto a sus explicaciones iniciales de que Flynn tenía que irse porque no había sido sincero con Pence sobre esos contactos. Mentirle al FBI es un delito, algo que Flynn reconoció el viernes (AP)

 

Una buena
Más allá de los sinsabores que le deja el Rusiagate, Trump tuvo un motivo para festejar. El Senado aprobó una amplia reforma fiscal, que le dio la primera victoria legislativa de su mandato y advirtió que haber votado en contra del proyecto le costará caro a los demócratas.

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