Una costumbre que “nació con la revolución industrial”

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Aunque el hecho de que las parejas compartan la cama se ha convertido a la largo de los últimos siglos en lo normal, lo cierto es que no siempre fue así.

“La tradición moderna de la cama matrimonial comenzó con la revolución industrial, cuando la gente que se mudaba del pueblo a la ciudad se encontraba con poco espacio para vivir. Históricamente los seres humanos no parecemos haber sido hechos para compartir la cama; más bien lo contrario”, sostiene el investigador en Sueño británico Neil Stanley.

“Antes de la era Victoriana, era muy común para las parejas casadas dormir separados; de hecho, en la antigua Roma, las camas matrimoniales eran un lugar exclusivo para el encuentro sexual, pero no para dormir”, sostiene Stanley, quien aconseja hacer lo mismo.

 

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