No aflojan las parrillas ilegales en el casco urbano de la Ciudad

En distintos barrios se ofrecen choripanes, bondiola y vacío, sin controles

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Quienes esperan el micro en 7 entre 71 y 72, se encuentran con un fuego lento que termina transformándose a lo largo de la jornada en una parrilla ilegal en la que se ofrecen choripanes y sandwichs de distintos cortes de carne. Entre la parada del colectivo y el puesto de venta de diarios y revistas, el humo gana terreno. En el parque Saavedra, los fines de semana, al menos dos puestos de choripanes sobre la rambla ofrecen también choripanes a quienes van al predio por la feria americana. Y siguen al pie del cañón en 47 entre 1 y 115 y en 1 y 50, zonas cercanas a facultades de la Universidad Nacional de La Plata.

Se trata de una postal tan expandida como preocupante: parrillas ilegales que sin ningún control bromatológico, expenden decenas de choripanes, sandwichs de bondiola, vacío y, en algunos casos, empanadas y alguna bebida fría en latas.

En la esquina de 1 y 58 se ve uno de los puestos más grandes, en la ochava del Albert Thomas.

Un choripán ronda los 35 pesos, la bondiola se vende a 60 pesos el sandwich y el vacío cotiza cerca de los 65 pesos.

La mayoría de los puestos que se instalan en el casco urbano lo hacen hasta las 14.

EN LA PERIFERIA TAMBIEN

Pero esta postal no sólo se observa en el casco urbano. También se ve en la avenida 520 de La Granja a Ruta 36, la avenida 44, en las cercanías del cruce Etcheverry y en el camino Belgrano y Arana, o en 426, por citar algunos ejemplos.

A su vez, en las esquinas de 4 y 44 y en 5 y 44, los puestos de parrillas ilegales ya son parte de la fisonomía habitual de la zona desde hace varios meses, e incluso el año pasado se pudo ver un puesto que todos los días se instalaba en plaza San Martín, a metros de la Gobernación bonaerense.

DONDE SE GUARDA LA MERCADERIA

Dónde se guarda la mercadería mientras espera ir a la parrilla hecha con latas de combustible recicladas y una rejilla que se ve oxidada, es toda una incógnita.

Con el paso del tiempo, lejos de disminuir estos puestos, fueron creciendo sin controles.

Según uno de los últimos informes que se conocieron sobre la venta ilegal en la Ciudad, se incluyó el dato de que durante 2016 se levantaron 30 parrillas ilegales en distintos puntos del casco urbano y la periferia.

“Sabemos la problemática que representa la venta ambulante ilegal en la Ciudad, donde hay cientos de comerciantes que pagan alquiler de su local, impuestos, sueldos y cargas sociales. Por eso intensificamos los controles y hemos retirado de la vía pública más de un centenar de puestos de venta ambulante”, remarcaron desde Control y Convivencia Ciudadana.

También se indicó que “cuando se consumen alimentos en estos puestos sin control, se corre el riesgo de contraer enfermedades”, y agregó: “la venta de comida en la vía pública está totalmente prohibida, por lo que vamos a continuar con estos controles para eliminar estas prácticas”.

Cabe indicar que los puestos callejeros también ganaron terreno en el camino Belgrano. Habitualmente se puede observar uno a la altura de la calle 426, donde también se ofrecen choripanes y otros alimentos “caseros”.

 

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