“Hay mucho descontrol en los recitales porque todo sigue igual”, dice una ONG
Edición Impresa | 21 de Marzo de 2017 | 02:59

“La verdad es que el final de esta historia no nos sorprendió. Hay mucho descontrol porque todo sigue igual. Son recitales masivos y se justifican con que son espacios abiertos, pero con esa masa de personas en localizaciones pequeñas, con poca policía y pocos medios, siempre todo va a terminar mal”, señaló el abogado Javier Miglino, fundador de la ONG “Defendamos Buenos Aires”.
Miglino destacó que “esa multitud de gente equivalía a la población de una ciudad entera, y hasta extraña que la tragedia no haya sido mayor.
“Pasó Cromañón, pasó Time Warp, siempre son las mismas viscisitudes: exceso de gente, falta de controles, falta de médicos y, a veces, falta de orientación y desesperación porque la gente no puede salir, lo que genera un maremágnum humano, lastimando e incluso quitando la vida a otros”, señaló el fundador de la ONG.
A su juicio, la norma que regula cuestiones como la seguridad o el acceso a los espectáculos en el país -y que fue modificada por última vez en 2009- no es suficiente.
“No hay una ley específica de espectáculos públicos masivos. Hay una constelación de ordenanzas y de legislaciones provinciales, lo que hace que quede relegado al capricho de funcionarios y empresarios. Es por este motivo que desde la ONG pedimos una regulación de envergadura que no permita que se celebren espectáculos cerrados de más de 1.000 personas ni abiertos de más de 10.000, porque lo sucedido en el de Solari refleja que es imposible controlar a una masa de esa capacidad”.
La entidad también propone que se obligue a cachear previamente a los asistentes, que se prohíba el consumo de alcohol en el lugar, que haya un médico o un puesto sanitario cada 50 personas y que exista un puesto de información por cada 100, de forma que se evite la desaparición de decenas de personas durante días.
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