City Bell se puso el traje de gala

La Plaza San Martín fue escenario de los actos protocolares y de un colorido desfile. Además, los cientos de vecinos que se dieron cita en la celebración disfrutaron a pleno de las bandas locales de rock y cumbia

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Los 103 años que cumplió City Bell se festejaron a lo grande y cientos de vecinos dijeron presente en una celebración de la que participó toda la comunidad. El desfile cívico y tradicionalista le aportó una fuerte cuota de color para mostrar el sentido de pertenencia que día a día forjan las instituciones citibelenses y que le dan a esta localidad una identidad bien definida.

Las actividades tuvieron como escenario la Plaza San Martín de calle 467 y diagonal 3. Bien temprano fue el turno de los actos protocolares, que arrancaron con el izamiento de la Bandera y la entonación del Himno Nacional Argentino.

Luego la fiesta continuó con el colorido desfile cívico y tradicionalista del que participaron diversas instituciones de la zona como establecimientos educativos, clubes, centros de fomento y Casas del niño. También se cortó la torta gigante que fue repartida entre todos los vecinos presentes, y al que le siguió el canto del feliz cumpleaños.

Por la tarde en la plaza San Martín se instaló la música. Arrancó el grupo Resis Rock, pasó la cumbia de Gisell, el reggaetón de Noah y más tarde se presentó el Ballet Folclórico 27 de Abril (ver aparte).

Hubo una clase de Zumba fitnes de la mano de Sabrina Castioni, el show de la banda de rock Vita Sety y como broche de oro subió al escenario el grupo de cumbia Sin Filtro.

De esta forma, la comunidad citibelense se puso el traje de gala para celebrar los 103 años de una localidad que no para de crecer.

 

Su fundación
Se tomó el 10 de mayo de 1914, como fecha de fundación, cuando se aprobó el proyecto oficial que dejó establecida esa fecha como la del nacimiento de la hoy próspera localidad. Sin embargo, sus orígenes se remontan a tiempo antes. La historia cuenta que el 18 de julio de 1913, José Guerrico, en representación de la Sociedad Anónima City Bell, compró a la sucesión de Don Jorge Bell algo más de 300 hectáreas de una fracción de la “Estancia Grande” -que esta familia poseía en las cercanías de La Plata- con el fin de crear un nuevo pueblo. Más allá de las fechas, City Bell fue creciendo con el correr de los años y se transformó en una localidad con identidad propia, celosamente preservada e impulsada por sus vecinos e instituciones.

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