Temer no renuncia y se tensa y agrava la crisis: la Corte ya abrió una investigación contra el mandatario

La permanencia en el cargo está en duda tras ventilarse las escuchas autorizadas por el máximo tribunal

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BRASILIA.- El presidente brasileño, Michel Temer, negó ayer que vaya a renunciar a su cargo, tal como lo exigen toda la oposición y sectores de su propia base política por sospechas que lo implican en corrupción e intentos de obstruir a la Justicia.

“No renunciaré, y exijo una esclarecimiento pleno de todo”, declaró Temer en un mensaje a la nación transmitido desde el Palacio Presidencial de Planalto. “Quiero dejar muy claro que mi Gobierno vivió en esta semana su mejor y su peor momento”, dijo el mandatario, quien en el primer caso citó “la caída de la inflación, los números del retorno del crecimiento (económico) y la generación de empleo, con esperanza de días mejores”. Sin embargo, afirmó que “cuando el optimismo retornaba”, una grabación hecha “clandestinamente trajo de nuevo el fantasma de una crisis política de dimensiones desconocidas”.

Aludió así a la información dada el miércoles por el diario O Globo, según la cual Temer fue grabado por el empresario Joesley Batista, uno de los dueños del gigante cárnico JBS, que colabora con la Justicia en las investigaciones sobre corrupción, cuando avalaba un supuesto soborno al ex diputado preso Eduardo Cunha, a cambio de su silencio. Ayer, la Corte dio a conocer las grabaciones en cuestión.

Cunha, ex titular de la Cámara baja y antiguo aliado del gobernante, fue el impulsor del juicio político que condujo en 2016 a la destitución de Dilma Rousseff y, por consecuencia, llevó a Temer (que era su vice) al poder. Según Batista, cada semana y por un plazo de 20 años se desembolsaban 500 mil reales (unos 160 mil dólares) para garantizar que Cunha no hablara. Fue entonces que Temer resaltó: “Tiene que mantener eso, ¿vio?”.

Temer volvió a negar el tema de los sobornos y aludió a la decisión tomada por la Corte Suprema de iniciar una investigación oficial sobre su presunta participación en esos hechos. “No tengo nada que esconder y por eso con la investigación pedida por la Corte demostraré mi inocencia”, declaró molesto. Pese al discurso firme de Temer, en el país se comenzó a debatir abiertamente la posibilidad de su renuncia o incluso de que sea sometido a un proceso de destitución. De hecho hay siete pedidos de impeachment que pesan sobre él. Desde el miércoles, toda la oposición reclama la renuncia de Temer, pero ayer sumó ayer la adhesión de importantes e influyentes sectores del oficialismo. Así, el ex presidente Fernando Henrique Cardoso, uno de los líderes más respetados del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), un pilar fundamental en la base de Temer, escribió en su cuenta de Facebook: “Si los alegatos de defensa no son convincentes, los implicados tienen el deber moral de facilitar la solución, aun con la renuncia”.

 

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