San Carlos: pateó a un carnicero en el piso y disparó dentro del local

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Un carnicero fue brutalmente atacado por un delincuente que asaltó un supermercado y hasta hizo un disparo dentro del local que, por suerte -o de milagro-, no lastimó a nadie, informó la Policía.

El autoservicio de 32 entre 140 y 141 fue el escenario de este brutal asalto que comenzó unos 20 minutos antes de las 5 de la tarde, con la llegada de un hombre que parecía un cliente, pero era un ladrón.

Una cajera identificada como María Florencia relató que el sujeto le apuntó con un arma mientras le pedía la plata de la caja, y, aunque ella le entregó el efectivo, le indicó que lo acompañara para el fondo del comercio.

Allí estaba el encargado de la carnicería, Miguel, de 48 años, quien al ver a su compañera encañonada por el asaltante se tiró de inmediato al piso. Entonces, no se entiende por qué el delincuente comenzó a patear la espalda del comerciante, ni la razón por la que hizo un disparo.

Fuentes policiales estimaron que “se les escapó el tiro”. Quiso la fortuna que la bala fuera a morir a una pared, sin lastimar a ninguna de las víctimas.

Después de eso el ladrón apuró la fuga y minutos más tarde llegaron los patrulleros del Comando. Mientras algunos efectivos salían en busca del agresor, otros pedían una ambulancia para asistir al carnicero. “Está fuera de peligro”, aseguró un jefe policial.

Al local acudieron también peritos en balística, que recuperaron la vaina servida y el proyectil, para analizarlos. Se iniciaron actuaciones por “lesiones, robo calificado y abuso de arma”.

en el churrasco

Como este diario adelantó ayer, en las últimas horas asaltaron un almacén del barrio El Churrasco de Tolosa. El delincuente, de menos de 18 años, irrumpió con un arma larga, parecida a un pistolón.

En una maniobra típica, el ladrón se apoderó de la plata de la recaudación. Para hacerlo, aprovechó el momento en el que no había ningún cliente. A lo largo de todo el robo, se mantuvo un casco de moto puesto en la cabeza.

En cuestión de un minuto, el intruso decidió irse caminando. Aparentemente, fue al encuentro de un cómplice con el que huyó, aunque esa circunstancia aún se está investigando.

El hijo de la víctima le comentó a EL DIA que la inseguridad es común en el barrio: “A mí, trabajando en un remís, me quisieron arrebatar un sábado a la mañana. Lo tuve que enfrentar y echarlo”.

 

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