Más cuesta arriba que nunca

La goleada sufrida en Medellín no fue ni más ni menos que una cachetada que viene a sacudir lo conseguido hasta el momento. Quedar bien parado es el objetivo más preciado y difícil.

El equipo mostró prácticamente nada, justo en el encuentro donde debía sacar todo para dar el salto, sumar y seguir vivo tras la meta internacional. Salvo intentos y algo de claridad en el arranque, luego todo se fue apagando para terminar mostrando una de las peores imágenes de los últimos tiempos. Flojo en la generación, tibio en ataque y débil a la hora de defender.

De un tiempo a esta parte Vivas optó por un dibujo táctico que prioritariamente, tiene que ver con la presencia de Verón (en Colombia mostró su mejor versión), y resulta fácil caer sobre la idea; pero todo esquema se compone de nombres propios que lo llevan a cabo. Los rendimientos individuales siempre inciden en el funcionamiento final. Eso, más la elección de ciertos nombres en algunos lugares estratégicos, pudo ser la causa de la goleada pero no hay que olvidar que con el mismo esquema y con la misma lista de apellidos, el equipo es animador en el torneo local; objetivo que empieza a convertirse en el único aliado del semestre que sigue mostrando obstáculos.

Mayo es bravo y en 20 días deberá subir 5 escalones para llegar bien pisado a la recta final (Boca, Gimnasia, Barcelona en Ecuador, Olimpo en Bahía Blanca y Botafogo). Situaciones que deberá resolver junto a la memoria y a la calculadora, y así descubrir si la Copa le tiene guardado un milagro. Caso contrario deberá jugar su pleno para que el reencuentro sea en 2018.

Momento quiebre en el ciclo que tiene varias muestras positivas ya conocidas, pero que por delante necesita carácter, y mucho.

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