Pelucas de esperanza: voluntarias donan su cabello para ayudar a pacientes con cáncer

Arman pelucas y las prestan a pacientes sin recursos. La iniciativa llegó a la parroquia de 60 y 28

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Que las pacientes oncológicas puedan verse bien para afrontar una enfermedad que en ocasiones pega de lleno en la estética, fue una de las consignas de un grupo scouts de la parroquia Virgen de Luján que ayer organizó una colecta de cabello que se empleará para hacer pelucas, ya que muchas no disponen de los 18 mil pesos que sale comprarlas. “Somos unos 20 jóvenes que nos movilizamos al conocer el trabajo de la ONG Pelucas de Esperanza, ellos las confeccionan para prestarlas a pacientes sin recursos, entonces propusimos juntarnos en la iglesia para recibir donaciones de mechones”, contó Belén Accattoli - 19 -, una de las impulsoras de la movida platense.

Desde las 13 y hasta poco antes de las 18, más de 180 personas se acercaron hasta la singular peluquería que se montó en la parroquia de 60 entre 27 y 28; algunas fueron dispuestas a que se les cortara el cabello y otras, llevaron sus mechones ya listos para ser entregados. En todos los casos se respetó el pedido de que el largo donado no fuera inferior a los 15 centímetros.

“Nos parece excelente la tarea que hace la gente de Pelucas de Esperanza y nosotros quisimos aportar nuestro granito de arena, todo lo reunido será enviado por correo a Gualeguaychú donde está la entidad”, agregó la scout. Las voluntarias de Pelucas de Esperanza tienen su sede central en esa ciudad de Entre Ríos, allí se montó el banco solidario de pelucas que ahora también crecerá con los mechones platenses.

Desde que se conoció la propuesta local, muchas mujeres de la Región anticiparon que sumarían su aporte, desde una persona que recordó que aún guardaba una trenza de cuando era chica, hasta Miriam Adriana Gattari, quien contó que hace 5 años ella también estuvo “peladita” por un tratamiento oncológico.

“Me voy a realizar un corte y un sellado, le pediré a mi peluquera que me corte un mechón de ese largo, para donarlo a quienes lo necesitan. Yo estuve peladita hace 5 años cuando me toco a mi, y aunque no quise usar peluca, entiendo cómo se pueden sentir las mujeres que las necesitan”, dijo y aclaró que en su momento ella prefirió destinar los 7500 pesos que le costaba una peluca a la construcción de un deck para su pileta.

Días atrás, Evangelina García Blanco, fundadora y presidente de la entidad, se mostró esperanzada con la reciente obtención de la personería jurídica porque eso les permitirá abrir nuevas puertas y quizás acceder a una máquina coreana para la que todavía les falta unos 90 mil pesos. Es que hacer una peluca de manera manual les lleva 30 días y requiere de unas diez manos que se dedican a coser pelo por pelo. En cambio con la máquina se puede hacer tres pelucas por día y así se logra dar respuesta más rápido a los pedidos que se reciben diariamente. El objetivo de la entidad, fundada en 2010, es mejorar día a día la calidad de las pelucas y abrir una sucursal en cada rincón del país.

Se indicó que en el grupo el trabajo es voluntario y que cada peluca se entrega en calidad de préstamo, de manera gratuita a los pacientes oncológicos que la solicitan; en promedio, se reciben unos tres pedidos diarios de distintos lugares del país y de gente de diferentes edades. Pero por suerte, la cantidad de mechones de pelo que se recibe se duplicó a partir del conocimiento del grupo a través de los medios y las redes.

La tarea requiere conducta de trabajo y orden. En ese marco, cada mechón donado lleva un membrete con el nombre del benefactor sobre un lazo rosado con el que se lo sujeta y se invita a quien lo desee a que deje un mensaje de esperanza para los destinatarios de las pelucas.

Como se dijo, las pelucas se prestan en forma gratuita y cuando son devueltas se restauran y limpian para que puedan volver a ser usadas. Desde el 2010 hasta ahora se han entregado aproximadamente 400 pelucas a más de 600 personas.

Para la gestión del préstamo es necesario presentar un certificado médico y se establece una persona que se hará responsable de la peluca, alguien que no sea el paciente.

Desde la organización de mujeres, se aclaró que no persiguen fines de lucro, ni aceptan dinero; se dedican a reciclar y confeccionar pelucas y postizos para pacientes oncológicas que al estar con tratamientos de quimioterapia, desean lucir mejor pero no pueden costear el valor de una peluca nueva.

Entre los elementos que siempre se necesitan, además del cabello, están las pelucas viejas, máquinas de coser a pedal, cabezas de telgopor para apoyar las pelucas, elásticos finos y anchos, micro tul elastizado, alfileres de cabeza de colores para fijar las pelucas, hilos para coser jeans reforzados color piel o negro, cintas de papel de 3 a 5 centímetro.

 

180

Son las personas que se acercaron a donar su cabello en la jornada que se hizo ayer en la parroquia de 60 y 28. Con pelo donado arman pelucas para ayudar a los pacientes oncológicos

 

 

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