Las trillizas abandonadas, en medio de un escándalo familiar

Como si se tratara de un culebrón de la tarde, la historia de las trillizas abandonadas en un hospital de San Justo sumó ayer otro capítulo con la aparición de un nuevo personaje: se trata de Alejandro Bidegain, quien asegura ser el padre de Kiara, Angeles y Milagros, las tres hermanitas a las que ahora, tras conocerse el conmovedor caso, más de 300 familias quieren adoptar.

De acuerdo al relato del supuesto padre, que ayer hizo su aparición publica, una asistente social le prohíbe injustamente ver a sus bebas por una mentira de la madre. “Pero yo estoy dispuesto a hacerme un examen de ADN para conseguir la tenencia”, advirtió.

“Pedí un ADN porque si yo no soy el padre, como ella dice, le voy a iniciar una denuncia por haberme mentido”

“Pedí un ADN porque si yo no soy el padre, como ella dice, le voy a iniciar una denuncia por haberme mentido. La última vez que la vi fue hace casi dos semanas y ese día le fui a dejar la plata para hacer los documentos de las nenas. Yo la contuve cuando estaba mal y ahora me responde denunciándome por abuso”, dijo Bidegain en la puerta del Policlínico.

Consultado por la denuncia de maltrato y abusos que había hecho su mujer, el hombre se mostró tranquilo y aseguró que “ella (por la madre de las trillizas) tiene que venir y cumplir su rol. En vez de hacerme caso a mí, va y hace otras cosas que no tiene que hacer, hace ‘pavadas’”.

Desde el Tribunal N° 6 de Familia de Morón, mientras tanto, no se realizaron declaraciones sobre la situación judicial de las menores amparándose en el secreto que impone la ley de protección integral de los derechos de niños, niñas y adolescentes para preservar el derecho a la identidad.

Al margen de esto, y asegurando que no dejaría de pelear hasta conseguir la tenencia, el hombre detalló que “con Mariela (la mamá de las nenas, quien tendría serios problemas de adicción) estuvimos seis años. Vivíamos juntos, crié a sus otros hijos y pasé todo el embarazo de las trillizas a su lado. Estuve presente en el parto y hasta los primeros días después de que las internaron en el Policlínico de San Justo”.

En sus declaraciones de ayer, el hombre también reveló que los problemas entre él y la mamá de las trillizas empezaron meses atrás, cuando otra de las hijas de Mariela, de 17 años, volvió a vivir con ellos en Hurlingham: “Mientras estábamos solos todo iba bien, pero después de que la chica volvió, las cosas empezaron a cambiar. Ella también es adicta. Un día llegó muy nerviosa, tuvo arranques agresivos y le terminaron sacando la tenencia de su propio hijo, mi nieto”.

Pese a que supuestamente ya había visitado varias veces a las nenas en el Policlínico de San Justo, una asistente social le empezó a negar la entrada después de que Mariela, enojada, negara que él fuera el padre. “No entendemos por qué lo dijo, pero la asistente se agarró de eso y, sumando el expediente sobre los malos antecedentes de mi domicilio (por el episodio de su nieto y el consumo de drogas) me terminó prohibiendo el acceso. Desde entonces estoy pidiendo que me hagan un ADN”, agregó el hombre.

Cuando le consultaron por el problema de adicción de su ex pareja y mamá de las nenas, Bidegain aseguró que la mujer es adicta. “Se presentó una vez en mal estado y empastillada y a partir de ese día dejé de ir a ver a las trillizas”, relató el supuesto padre de las chiquitas, quien ayer no se cansó de asegurar que luchará hasta las últimas consecuencias para poder criarlas.

“Yo agradezco la preocupación de la gente (habría como se dijo más de 300 familias dispuestas a adoptarlas), que tiene mucho amor para dar, pero no nos tienen que quitar el derecho porque las nenas tienen madre y padre, que soy yo. ¿Cómo pueden decir la palabra abandono antes de hablar conmigo? Yo estuve con ellas, las toqué y las cuidé”.

Mientras aguardan por una resolución a su situación judicial, Kiara, Angeles y Milagros se recuperan en la sala de neonatología del Policlínico de San Justo y ya están listas para recibir el alta. Las tres nacieron prematuras el pasado 11 de abril, con un peso de entre 800 y 900 gramo. Hoy, a días de cumplir tres meses, se encuentran estabilizadas, pesando entre 2,5 y 2,8 kilos.

Víctor Delgado, director asociado del centro médico, contó ayer que si bien no hubo otro caso como el de las trillizas, en el hospital han tenido que lidiar con varios recién nacidos abandonados por sus padres durante el período de internación.

“Si bien no han sido muchos -apuntó-, cada tanto tenemos situaciones similares de padres que no se presentan y los niños quedan a disposición del servicio social y del juez de familia”, que son los encargados de conseguir una familia o un hogar de tránsito.

“Muchas veces la madre viene sola y, cuando está en condiciones de movilizarse, desaparece; pero también hemos tenido casos que es la pareja la que desaparece”, agregó.

El médico contó también que hasta ayer una importante cantidad de gente se presentó en el hospital o se comunicó de forma telefónica ofreciendo todo tipo de apoyo por la repercusión mediática que tuvo el caso. “Ellas no necesitan nada material -explicó Delgado-, y a todos se les dijo que se remitieran al servicio social o a tribunales”.