Más testigos declararon contra los guardias del penal de Magdalena

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En la tercera jornada del juicio oral, más testigos de la tragedia en la Unidad 28 de Magdalena, donde el 15 de octubre de 2015 murieron 33 presos sofocados por el humo tóxico de los colchones incendiados durante una revuelta, continuaron con sus relatos del horror.

Los testigos de ayer, del pabellón 17, con relatos de igual tenor a los de las jornadas anteriores, contaron cómo se produjo el incidente, la represión, que concluyó con el cierre de los pabellones (“engomado”), el incendio de los colchones y la tragedia, que no pudieron evitar a pesar de la intervención de presos de otros pabellones, que hasta hicieron boquetes para sacar a los detenidos que habían quedado atrapados.

También explicaron que nada pudieron hacer, porque en cuestión de minutos el humo tóxico acabó con las 33 vidas.

El relato más conmovedor fue el de un detenido de ese pabellón, que contó todo lo ocurrido y que quedó muy afectado , en tratamiento psicológico y psiquiátrico, medicado, porque murieron varios amigos de él en ese incendio.

Los testigos volvieron a acusar a los agentes penitenciarios por su “lamentable” actuación. “Los dejaron morir”, narró un detenido.

Anteayer otro preso que estaba en el pabellón 15, expresó en el debate que los presos del 16 gritaban: `no nos dejen morir´, colgados de las ventanas. Nosotros salimos del 15, los guardias querían abrir haciendo palanca en las rejas con los mangos de madera de las zapas y por supuesto se rompían. Les sacamos las partes metálicas de esas herramientas y comenzamos a hacer boquetes de 60 cm. por 1 metro. Entraban a rescatarlos, pero caían desmayados. Ellos ya estaban muertos, muchos de ellos en el sector de las duchas”, señaló.

Para la fiscalía de Juicio esa noche en el interior del pabellón 16 o módulo B de la Unidad Nº 28 se inició una pelea entre dos internos.

También cree que “el secretario de la Unidad, el encargado de turno, la segunda jefa de la Guardia de Seguridad Exterior, todos con agentes a su cargo y personal de la División Canes, se dirigieron hacia el mencionado pabellón, portando algunos de ellos escopetas calibre 12/70, con munición antitumulto”.

La situación se desmadró y una multiplicidad de muertes dominaron la escena.

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