Ataron y le robaron a una jubilada durante una entradera

Que los delincuentes no miden riesgos al momento de elegir dónde dar el golpe, quedó una vez más demostrado con el asalto cometido en la mañana de ayer frente a una sede de la DDI La Plata.

En una propiedad de varios departamentos ubicada en 1 entre 59 y 60, una mujer de poco más de 80 años fue víctima de una entradera protagonizada por dos ladrones.

Y de acuerdo a lo que trascendió en fuentes policiales ligadas a la investigación del episodio - algo que se corroboró en el lugar por un familiar de la jubilada- la ataron y le robaron distintas pertenencias.

Después de eso, los asaltantes escaparon del lugar. Aunque fueron buscados por personal policial, todavía se ignora su paradero. Recién cuando se fueron, ella pudo zafar de las ataduras y los vecinos escucharon sus gritos pidiendo ayuda.

“ES LA TERCERA VEZ”

Por la tarde, cuando este diario fue al lugar, un hijo de la damnificada, Gustavo Mele (55), sostuvo que todo pasó “a las once de la mañana, cuando mi mamá regresaba de hacer unos mandados. La sorprendieron cuando estaba por entrar a su departamento”.

Una vez dentro de la vivienda, comenzaron a reclamarle a la jubilada que les dijera en dónde tenía dinero y otros objetos de valor.

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En tal sentido, Mele indicó: “Creo que le llevaron muy poco dinero en cambio”. Lejos de conformarse con ese botín, ambos ladrones se encargaron de revisar cada sector del departamento.

De acuerdo a lo que trascendió periodísticamente, de esa manera se habrían apoderado también de “dos alianzas de oro que se encontraban en el dormitorio” de la víctima.

Mele aseguró que, pese al difícil momento que le tocó atravesar a su madre, “dentro de todo, cuando llegué, estaba bastante tranquila. Y ahora está durmiendo la siesta, para que descanse un poco por este disgusto”.

“no les importa nada”

Asimismo, se mostró sorprendido porque al momento del asalto “me contaron que en la calle había varios policías. Pero extrañamente estos delincuentes igual se metieron en su departamento y le robaron. Ya no les importa nada”.

También hizo referencia a que en la propiedad donde vive su madre “funciona un hostel”, con lo cual “hay un movimiento importante de gente”.

“Antes vivían acá familias y todo era mucho más tranquilo”, completó el hijo de la jubilada.

Por otra parte, mencionó que “hace 45 años que mi mamá vive acá y ya le tocó vivir tres robos en su departamento”.

En referencia a eso, indicó que “en los dos robos anteriores la modalidad fue diferente, porque la engañaron con distintos cuentos del tío”.

Recordó que “en uno de esos episodios se hicieron pasar por personal de la empresa de gas Camuzzi” y acotó que “hace poco vinieron de de Telefónica y no les abrió”.