Durante una hora y media, una mujer estuvo cautiva en su casa

¿La engañaron, la amenazaron con un arma o encontraron algún resquicio para colarse en su vivienda? Todavía no está muy en claro cómo fue la maniobra que le permitió ayer a tres delincuentes reducir a una mujer en el barrio de Tribunales y someterla a una experiencia aterradora.

Según el reporte oficial, primero hubo amenazas y después golpes para que la víctima, identificada como Beatriz Mosquero (75), dijera dónde guardaba la plata.

Todo empezó cerca de las 16.00 en una propiedad situada en la calle 46 entre 14 y 15, frente a una de las sedes del Colegio Centenario.

En esas circunstancias, una vez que la tenían reducida, la maniataron con cables y empezaron a revolver los distintos ambientes de su domicilio.

Los voceros consultados por este diario indicaron que, al cabo de esa búsqueda desesperada, los ladrones escaparon con unos 40.000 pesos, joyas y computadoras.

Mosquero, apenas se pudo liberar, llamó al 911 y cuando llegaron los agentes del Comando de Patrulla La Plata, no sólo le contó la situación que había padecido, sino además que sentía fuertes dolores en la espalda y el rostro.

Las fuentes, de todas formas, no precisaron si finalmente tuvieron que trasladarla a un centro asistencial o si un equipo médico llegó a ese inmueble.

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En la comisaría primera quedó radicada la causa, a la que preventivamente caratularon como “robo”.

De todas formas, una vez que la víctima formalice su declaración testimonial y se conozcan todos los detalles del caso, la calificación legal “puede sufrir modificaciones”, señalaron los informantes.

El análisis de las cámaras de seguridad de toda la zona y, las consultas entre los vecinos de la víctima, figuraban dentro del protocolo que adoptó la Policía en la búsqueda de algún dato que posibilite identificar a los autores del brutal asalto.

Se supo que la fiscalía penal en turno de La Plata, a cargo de Leila Aguilar, ya tomó conocimiento del hecho y hasta brindó distintas directivas para que se profundicen los rastrillajes.

VULNERABLES

Demás está decir que los jubilados se muestran muy vulnerables frente a los delincuentes, que muchas veces no muestran piedad alguna.

Por ejemplo, eso fue lo que le ocurrió en el mes de junio pasado a un hombre de 80 años, al que asaltaron en su casa cercana a la Plaza Belgrano

La situación se vivió en 14 entre 41 y 42. Al comienzo de una tarde cualquiera, los delincuentes caminaron por los techos de esa manzana. Al parecer, vieron su oportunidad de ingresar al patio del hombre y luego a su vivienda, sin necesidad de romper ninguna abertura.

Eso fue lo que terminaron haciendo. La víctima “recién había terminado de almorzar y estaba sentado en el living mirando tele”, explicó su hijo, en diálogo con este medio.

Los intrusos lo redujeron inmediatamente. Un dato que desconocían las fuentes consultadas fue si los asaltantes portaban armas.

A cara descubierta, abordaron al jubilado y le empezaron a exigir plata. Fue poco lo que encontraron en su domicilio: sólo una parte de sus haberes.

Por supuesto, la suma les pareció poco. De ahí que se dedicaron a reclamarle más efectivo de una forma violenta. “Le pegaron algunas trompadas, para que les dijera dónde había más”, reconoció el joven que habló con EL DIA.

Además, al jubilado lo maniataron con unos cables, al igual que en el caso de ayer.