El artesano del lenguaje

El escritor cordobés vuelve sobre los relatos que integran “La hora de los monos”, un libro revelador y del que se cumplen siete años de su primera edición

Edición Impresa

Al borde de los géneros, intentando configurar un territorio donde el lenguaje es al mismo tiempo posibilidad y limitación, se posicionan los relatos que integran “La hora de los monos”, un libro revelador en la producción del escritor argentino Federico Falco que, a siete años de su publicación original, vuelve a circular para gatillar nuevas significaciones sobre un puñado de personajes de existencias anodinas pero que, pulsión narrativa mediante, se codean con lo inquietante y lo siniestro.

Sin huellas costumbristas, el hombre que en 2010 fue elegido por la revista inglesa Granta como uno de los mejores narradores en lengua española menores de 35 años, dibuja escenarios cotidianos en los que lo paranormal parece tener lugar sin sacrificar el verosímil y donde lo que podría resultar extraordinario -como el suicidio o el crimen- aparece deslizado con una naturalidad pasmosa.

Varios de los personajes que aparecen en los relatos están interconectados por la soledad, el desencuentro y hasta la violencia. Para Falco se trata de algo absolutamente normal. “Escribí los cuentos a lo largo de varios años -dice-, contando historias que se me iban ocurriendo una a una, trabajando en cada cuento por separado, sin pensarlo mucho como un todo, por eso no sé si hay un hilo conductor muy claro. Por supuesto, hay recurrencias, temas que se repiten, una cierta modulación, un cierto tono: qué hacer frente a la muerte o el mal, cómo entrar en contacto con el otro, cómo tener un mundo propio sin aislarse, cómo encontrar el propio límite y evitar caer en la violencia o el daño...”

Publicado originalmente por Eterna Cadencia, el libro funciona como un territorio esotérico y pueblerino: están la muerte como acto de presencia, los textos como territorio de esa muerte, las tumbas, los cuerpos, los fantasmas… y además es una zona de pasaje donde lo social y arquetípico se trabaja a un mismo nivel, generando un clima manso de pueblo chico donde subyace lo fantástico.

Varios de los personajes que aparecen en los relatos están interconectados por la soledad, el desencuentro y hasta la violencia

“Cuando el rey se incorporó, encontró al lebrato agazapado frente a la pirámide. Temblaba pero muy quieto, el titilar de su corazón le alborotaba el cuello mientras los ojos no sabían dónde posarse. El rey lo tomó por las orejas y se lo mostró a la manada. La línea de liebres asintió en silencio y con tres saltos desapareció del prado”, se lee en “Las liebres”, uno de los cuentos que distinguen la narrativa de Falco.

El padre Sampacho, los mormones Elder Bob y Elder Steve; Moro Scarafía, sepulturero; la señorita Mahoney, secretaria del intendente Giraudo… los personajes que presenta Falco (1977, General Cabrera) son a la vez legendarios y sencilla gente de un pago chico.

La chismosa señora Kim puede ser la pitonisa, que en el fantasma de su marido lee advertencias futuras; la sacerdotisa, la devota Alba Clara, encargada de dar la extremaunción en una parroquia serrana; el portal entre el mundo de los vivos y los muertos puede ser el pinar donde se deja caer el viejo Wutrich.

Son historias simples de pequeño vecindario que puede ser cualquier lugar -la sierra cordobesa del autor, la multirracial New Jersey donde se hospedó como becario en Estados Unidos, el suburbio madrileño que lo albergó en sus últimos derroteros-. Falco es el viajero mítico, los territorios que describe, el mapa imaginario de las tierras que habitó.

Elegido como se dijo como uno de los mejores narradores en lengua española menores de 35 años por la revista literaria Granta en 2010, Falco escribió además los libros de cuentos “222 patitos”, ”00”, “El pelo de la virgen” y el poemario “Made in China” y la nouvelle “Cielos de Córdoba”.

La Hora de los Monos
Autor: Federico Falco Páginas: 224 Precio: $299

 

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE