El día que en La Plata algunos comieron carne humana sin saber
Edición Impresa | 26 de Septiembre de 2017 | 04:03

En enero de 1963. un inmigrante griego llamado Juan Harjalich, que se había radicado en La Plata unos años antes y tenía un bar en la zona de la Estación, fue detenido por la policía acusado de haber asesinado a su cuñado Andrés Suculua, quien entonces tenía 32 años y se le presentaba como un obstáculo para manejar a su gusto la herencia familiar.
Pese a que Harjalich siempre sostuvo que su cuñado había cometido suicidio y que él sólo hizo desaparecer su cuerpo para ahorrarle la angustia a la familia, la Justicia dio por probado que lo mató de un tiro y redujo su cuerpo para ocultar el crimen. Una de las hipótesis de los investigadores fue que usó la carne de Andrés para hacer empanadas que vendía a los clientes de su bar, El Partenón.
Tal vez la historia no encuadre en la categoría de canibalismo, ya que muchos de los involucrados no llegaron a enterarse que tal vez comieron carne humana hasta mucho después, lo que no quita que constituyera un caso de antropofagia al fin.
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