Un caso de canibalismo conmociona al mundo
Edición Impresa | 26 de Septiembre de 2017 | 04:09

El hallazgo en la calle de un teléfono celular con fotos de personas descuartizadas sacó a la luz una increíble historia de canibalismo que por estas horas conmociona al mundo por la escala que alcanzó. El caso tiene por escenario la región de Krasnodar, en el sur de Rusia, donde un matrimonio de mediana edad fue detenido bajo la acusación de haber matado a más de treinta personas desde 1999 con el objetivo de consumir su carne y hacer conservas para su posterior comercialización.
El matrimonio acusado de tales crímenes es el de Dmitri Baksheev (35) y Natalia Baksheeva (42), ambos empleados de una escuela militar de la región, en cuya casa la policía halló restos humanos envueltos en bolsas de plástico dentro de la heladera, y latas de conservas que, tras ser examinadas, resultaron contener un preparado hecho con carne humana.
La historia de la detención comenzó a mediados de mes, cuando, durante los trabajos de asfaltado de una carretera, los operarios hallaron un teléfono móvil que contenía macabras fotografías de cuerpos humanos despedazados. En una de las fotos se veía a un hombre sosteniendo en su boca la mano amputada de una joven mujer.
Horrorizados por el hallazgo, los trabajadores entregaron el teléfono a la Policía, cuyos agentes pudieron identificar rápidamente al individuo de la fotos, quien resultó ser Dmitri Baksheev.
Según el Comité de Instrucción ruso que lleva adelante la causa, tan pronto pudo determinarse el domicilio de Bahsheev la policía allanó su casa pero no pudo dar con él. En ella se encontraba sin embargo la esposa del acusado, Natalia Baksheeva, una enfermera de 42 años, quien acorralada por las evidencias que los agentes encontraron en el lugar terminó reconociendo su complicidad en el asesinato de más de treinta personas.
Además de diecinueve tiras de piel humana, en la casa fueron hallados los teléfonos móviles de varias víctimas, recetas para disimular el sabor de la carne humana, y una abundante cantidad de fotos y videos de cadáveres en distintas fases de descuartizamiento.
Entre las imágenes halladas en la casa había una foto de una cabeza humana rodeada de naranjas en un plato, fechada en diciembre de 1999, por lo que los investigadores creen que los crímenes cometidos por el matrimonio comenzaron hace al menos 18 años atrás.
Cualquiera sea el caso, el testimonio de Baksheeva condujo a la policía a descubrir y exhumar los restos de siete víctimas, gran parte de las cuales no han sido todavía identificadas y requerirían para ello un análisis de ADN.
Poco después de la detención de la mujer, la policía logró dar con Dmitri Baksheev, quien opuso resistencia al ser arrestado pero luego no tardó en confesar.
Según informaron voceros del Ministerio del Interior ruso, el detenido habría reconocido de inmediato su culpa, agregando que fue todo “una simple estupidez”.
La pareja fue trasladada a un hospital psiquiátrico de la región, donde una pericia psiquiátrica preliminar mostró que se trata de personas con “pleno entendimiento de sus actos”. De comprobarse este diagnóstico, ambos podrían ser condenados a cumplir pena de cadena perpetua en una cárcel común.
TAMBIEN, UN NEGOCIO
Antes de ser arrestados, Dmitri y Natalia Baksheeva vivieron durante un tiempo en la residencia quetiene para sus empleados un liceo militar de la región. Ella trabajaba allí como enfermera en la farmacia y se sospecha que pudo ofrecer sus conservas al comedor.
De acuerdo con los publicado por diarios rusos, la pareja tenía antecedentes de conflictos domésticos. Al parecer sus vecinos se habían quejado repetidamente de las ruidosas discusiones que mantenía el matrimonio, así como del fuerte olor a Corvalol, un compuesto que en dosis altas actúa como somnífero.
Según cree la policía, los Baksheev suministraban este fármaco a sus víctimas para dormirlas antes de acabar con ellas.
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