Turbulencias: el episodio del avión de Aerolíneas reinstaló mitos y verdades

El jueves por la tarde, 15 personas resultaron heridas en un vuelo que viajaba de Miami a Ezeiza por un suceso de este tipo. ¿Con qué frecuencia se dan? ¿Hasta dónde llegan los riesgos? Las zonas más peligrosas.

Edición Impresa

Sucedió el jueves por la tarde: un vuelo de Aerolíneas que volaba desde Miami a Ezeiza sufrió una severa turbulencia cuando atravesaba la Amazonia, a la altura de la ciudad brasileña de Río Branco. Como consecuencia del episodio 15 pasajeros resultaron heridos con cortes y contusiones. Todos fueron atendidos cuando llegaron a Ezeiza y ocho de ellos requirieron una segunda observación médica en un hospital. Los testimonios hablaban de violentas sacudidas que hicieron que algunos de los viajeros afectados golpearan contra el techo del avión.

El episodio, por lo inusual, tuvo una fuerte repercusión y videos en los que se ven escenas del vuelo, con objetos y restos de comida tirados en los pasillos, se viralizaron en las redes. El hecho instaló además el debate en torno a estos fenómenos, que son frecuentes, aunque en la mayoría de los casos se reducen a unos pocos sacudones, pero se convierten en fuertes estresores para quienes tienen miedo a volar. Es así como los especialistas destacan que, después del momento del despegue, el de la turbulencia -aunque ésta sea leve- es el más temido.

Los especialistas explican que esos ‘saltos’ o ‘baches’ percibidos durante el vuelo debido a un cambio abrupto en la performance del avión ocurren cuando dos masas de aire de distinta temperatura o velocidad chocan (ver aparte).

Existen zonas más proclives a las turbulencias que otras y gran parte de la geografía argentina -por caso- reúne condiciones que favorece este tipo de episodios, siendo la zona de la cordillera, la Patagónica y la llanura Chaco-Pampeana y Mesopotamia las zonas donde se producen con más frecuencia (ver mapa).

En el mundo, en tanto, son famosas por sus turbulencias las rutas que pasan por zonas muy montañosas como Los Alpes, las zonas de trópicos -por sus fuertes tormentas-, las áreas costeras con ráfagas de viento violentas y toda la franja del hemisferio norte por donde transita la “corriente del chorro”, que va de este a oeste a través de Europa, Asia y América del Norte.

En el 99 por ciento de los casos las turbulencias solo provocan incomodidad, dicen los especialistas y es raro que terminen con pasajeros lastimados. Además, nunca este fenómeno pone en riesgo la seguridad de la aeronave, por intenso que sea.

Los expertos recomiendan tener el cinturón abrochado para evitar que ante un movimiento extremadamente brusco, el pasajero salga despedido de su asiento o se golpee con el techo del avión.

Es por esto que en la mayor parte de las líneas aéreas se aconseja que aunque el cartel de “abrocharse el cinturón” esté apagado, los pasajeros igual lo tengan siempre ajustado.

Con todo, los expertos destacan la importancia de remarcar que lo que sucedió con el vuelo de Aerolíneas fue es algo excepcional por su intensidad.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE