La degradación de las costas de la Región, una bomba de tiempo que está en manos de la Justicia

A mediados de este año preocupó a los ambientalistas y a los vecinos de la Región en general una megadenuncia presentada en la Justicia platense por violación a la ley nacional de residuos peligrosos. La presentación apuntó, en ese caso, contra los responsables de diversos focos de contaminación, tanto de las aguas (arroyos, desembocaduras y el Río de La Plata) como de la atmósfera. En particular se señaló en esa oportunidad la zona de la costa de Ensenada, concretamente el balneario de Punta Lara, donde acaba de practicarse una limpieza profunda de la playa en manos de alumnos de escuelas de Berisso y Ensenada (ver aparte).

La denuncia había sido presentada por el fiscal Rubén Sarlo y la investigación corrió entonces por el Juzgado Federal 3, a cargo de Ernesto Kreplak. En esa presentación se exponía el alto grado de toxicidad de los arroyos Rodríguez, El Gato, San Carlos, Martín, Carnaval, Doña Flora, Pérez y Del Pescado. También se incluían en la lista de espejos de agua afectados por la contaminación los que rodean las plantas de YPF (tanto en Berisso como en Ensenada), la ex Petroquímica Mosconi y la ex Propulsora. Según se precisaba en la presentación, todos esos cauces, blanco de vuelcos de residuos industriales “altamente peligrosos” estaban afectando la flora, la fauna y la salud de la población humana.

También meses atrás, un equipo de científicos del Conicet dio a conocer un estudio que arrojó como resultado una elevada contaminación de los peces que tienen como espacio natural el Río de la Plata. Durante la investigación había detectado microplásticos en la fauna acuática de las costas de Berisso y Ensenada.

El ciclo contaminante, en ese caso, señalaba una suerte de círculo vicioso, en el sentido de que los peces de la ribera de la Región comen plástico porque ese es un material que está en el agua debido a los vecinos tiran a la cuenca diferentes elementos fabricados con ese producto. A su vez, la gente se alimenta a pescado, por lo que entonces también come plástico o su materia contaminante.