Vuelve la ópera: la Compañía Itinerante pone en jaque a los personajes de “La Flauta Mágica”
Edición Impresa | 1 de Noviembre de 2018 | 02:28

Con el Teatro Argentino en “boxes”, la ópera no ha sonado prácticamente esta temporada en la Ciudad por eso, para la Compañía Itinerante, el estreno de su próxima producción será especial. Con “La Flauta Mágica”, de Wolfgang Amadeus Mozart, la agrupación que toma clásicos líricos, los aggiorna y los lleva a espacios no tradicionales volverá a la acción este fin de semana para demostrar que no es un género temido, ni exclusivo para melómanos ni habitués, que puede disfrutar y entretener a todos por igual.
Bajo la dirección musical de Gastón Aparicio Galeano y con dirección escénica de Nora Oyola, “La Flauta Mágica”, que incluirá elenco, coro y orquesta propias de la Compañía, tendrá su estreno mañana a las 20.30 en el Teatro Don Bosco, 9 y 57, y nuevas funciones los sábados 3 y 10 de noviembre a las 20.30, y los domingos 4 y 11 a las 18.30.
Compuesta en Singspiel en 2 actos, y con libreto de Emanuel Schikaneder, admite un sinfín de lecturas. Los lugares comunes del género suelen reducirla a la representación del triunfo del bien sobre el mal. El primero, personificado en un hombre -un sacerdote llamado Sarastro- y, el segundo, a cargo de una mujer, la Reina de la Noche, que tradicionalmente es caracterizada como una señora temible y despiadada.
En la concepción escénica de esta producción, el punto de partida de la obra se modifica: el hilo conductor es el dolor de una madre cuya hija ha sido secuestrada por una sociedad de hombres encabezada por Sarastro, dándole así una vuelta más original, con una mirada que no se centra en el bien y en el mal, sino pensándola desde una perspectiva más moderna, diversa y compleja. Hay una firme intención de deconstruir la mirada hacia la mujer como lo malo y vil, que viene siendo arrastrada, generando el sentido patriarcal en la sociedad.
“Mi objetivo desde un principio fue leer el texto sin prejuicios, no preconceptos, para poder despojarme de la idea de las puestas tradicionales, hacer mi propio análisis”, aseguró Nora Oyola, en diálogo con EL DIA, sobre las bases sobre la que partió su trabajo de abordaje escénico.
En relación a la adaptación, Oyola explicó que dejó hablar a la obra. “El texto me fue llevando a descubrir en la trama un mundo de fantasía atemporal atravesado por el dolor de una madre, la Reina de la noche, en la búsqueda de su hija, Pamina, secuestrada por un sacerdote, Sarastro, que representaría lo que hoy llamamos patriarcado”, dice la regisseur, quien aclaró que “el enfrentamiento de ellos no sólo es la lucha entre matriarcado y patriarcado, sino una lucha individual, emancipativa, que podría marcar un nuevo orden social; y que lleva a Sarastro a querer evitarlo, iniciando a Pamina a la orden, lo que desata la venganza de la madre al ver la pérdida del orden natural”.
La itinerancia de una agrupación que entre artistas y técnicos supera los 120 integrantes, fue, para Gastón Aparicio, una de las mayores dificultades de este proyecto por el hecho de “tener que coordinar a tantas personas sin tener sede propia, itinerando entre más de cuatro salas diferentes para ensayar, cada una con dimensiones y características diferentes, y teniendo que realizar una puesta a la altura del título sin tener un presupuesto acorde a las necesidades de la producción”.
De todos modos, la adversidad no los venció sino que los motivó para, con más confianza y entusiasmo, volver a escena con un título que, según aseguran, no se ve en La Plata desde los años 90.
En este sentido, esta producción, según Aparicio, implicó “realizar un salto de calidad para la compañía lírica”, apelando a “un título conocido” como esta joya de Mozart y aprovechando, además, la reapertura de una sala más acorde a las necesidades del género, como lo es el Don Bosco, que les permitió embarcarse en una producción de mayor nivel.
El sello de la Compañía estará graficada en la puesta en escena, “con una lectura en clave actual, con los roles de los personajes puestos en jaque, brindando una mirada profunda que salga del tradicional concepto de ‘los buenos vs. los malos’”, anticipó Aparicio, y reveló que, al igual que sucedió en la producción anterior, “Orfeo en los infiernos”, volverán a versionar el subtitulado con formas y modismos modernos, más coloquiales, en los que se refleja el espíritu del grupo.
“Tratamos de utilizar todos los elementos a disposición que tenemos para aggiornar las puestas en escena, y lograr desmitificar a la ópera como arte ‘solemne’. Cargamos en nuestras mochilas la responsabilidad de actualizar y difundir este género en el mundo actual”, argumenta el joven director musical.
La interpretación de esta puesta en escena abre el juego a pensar a “La Flauta Mágica” en clave no tradicional, que a su vez encastra en el modus operandi de la Compañía Itinerante, una Asociación Civil que desde hace seis años lleva adelante una forma diferente de hacer ópera. Sin sponsors ni subsidios, apuestan a realizar producciones cada vez más complejas desde 2012.
“La Compañía sobrevive al panorama general del país, cosa que no es menor. El sistema de aportes voluntarios funciona y nos ayuda en el día a día, aunque necesitamos mejorarlo para poder llegar a más personas que puedan interesarse en ayudar a sostener esta actividad. Encontramos en los lazos comunitarios una gran ayuda para alcanzar la viabilidad y sostenibilidad del proyecto”, cerró Aparicio sobre el presente de la agrupación.
Las entradas anticipadas para “La Flauta Mágica” están a la venta en Jason Rock, 6 entre 48 y 49. En el teatro, la boletería abrirá dos horas antes de cada función.
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