La madre del adolescente que robó y se fugó esposado pide que “lo internen”

“Hace 6 años un policía me mató a un hijo que tenía 15 de un tiro por la espalda y ahora tengo mucho miedo de que a mi hijo de 19 le pase lo mismo. Por eso pido que lo busquen y que lo internen en un centro de rehabilitación de drogadependientes con régimen cerrado”, suplicó ayer ante este diario Silvana Perillo (42).

Es la madre de Dylan, el joven acusado de robar una moto de una casa de 4 entre 600 y 601 y fugarse esposado del Destacamento Policial de barrio Aeropuerto.

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La mujer planteó sus dudas en relación a que su hijo haya logrado escapar de esa dependencia por sus propios medios: “¿Cómo podría irse de la comisaría esposado?”, se preguntó. Otro hombre que estaba demorado en esa dependencia sin calabozos fue quien declaró que Dylan “sacó un destornillador de entre sus prendas”, abrió la esposa que lo mantenía sujeto a los barrotes de una ventana y hasta intentó liberarlo a él, aunque sin éxito.

Ahora “no duermo, no como y vivo con el corazón en la boca porque tengo miedo, sobre todo cuando suena el teléfono, de que me avisen lo peor. Me cuesta ponerme a hablar, al presentir lo que pueda pasar”, reveló Perillo en una charla con este diario.

Con un tono de voz y gestos que reflejan su desconsuelo, la mujer se mostró sorprendida por el modo en que se sucedieron los hechos, ya que “hace una semana mi hijo estaba bien”, dijo, luego de una terapia familiar que hicieron hasta hace seis meses en el Servicio de Asistencia Familiar (SAF) que depende del Organismo Provincial de Niñez y Adolescencia, en 8 entre 66 y 67, “con asistente social y con psicóloga”, refirió, a instancias de una gestión que ella misma emprendió ante la Secretaría de Derechos Humanos.

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La situación familiar lo ameritaba. No sólo fue asesinado el hijo de Silvana: “Un hombre mató a mi marido en 1 y 93 al confundirlo con el hermano, que era con quien en realidad tenía un problema”, contó.

“MALAS JUNTAS”

Perillo -que además tiene otros hijos de 28, 27, 24, 21 y 17 años- reconoció que Dylan “anda en problemas desde hace tiempo”, que adjudicó a las “malas juntas de 1 y 93, donde vivíamos hasta hace cuatro años”. A ese entorno responsabiliza por su adicción a distintas sustancias.

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Según Silvana, el chico consume “marihuana, cocaína y pastillas para dormir que mezcla con alcohol” y en ese contexto, asegura, “se inició en el camino del delito”.

La historia de Dylan llegó a los medios después de que el domingo pasado varios vecinos lo retuvieron en 98 entre 1 y 2 por robar una moto Zanella 110 cc de una casa y policías de la Novena lo llevaron al Destacamento Aeropuerto. Como ahí no hay celdas, le esposaron una mano a los barrotes de una ventana que da a un patio interno. Y se fugó, según la versión oficial.

“Una vecina del barrio me avisó que la Policía se había llevado a Dylan detenido”, recordó la madre, y “cuando llamé al destacamento para confirmarlo un policía me dijo que no le había alcanzado con robarse una moto, que además se escapó”.

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En este punto Perillo vuelve a traer a cuenta lo que pasó hace seis años con otro hijo que entonces tenía 15 y varias entradas a la comisaría. Según su relato, el chico fue a la casa de uno de los policías que lo había demorado varias veces, “no sé si para robarle o para qué, pero éste se despertó, lo corrió y lo mató por la espalda”, aseguró. Por eso ahora teme que a Dylan le pase lo mismo. “Ni siquiera quisieron decirme qué fiscalía interviene”, lamentó. Es la UFI 5.

Perillo aseguró que “mil veces le pedí que se alejara de las drogas y el delito, pero niega todo”

“Hace seis años un policía mató a otro de mis hijos por la espalda y tengo miedo de que ahora pase lo mismo”

Silvana Perillo Madre del joven prófugo

En otro tramo del extenso diálogo que mantuvo con EL DIA, Perillo aludió a sus reiterados intentos por arrancar a Dylan de las drogas y el delito.

“Le hablé mil veces para pedirle que se alejara de esas cosas, pero niega todo y cuando está en casa se lo ve lúcido; por eso me dice que a mí me llenan la cabeza”, reveló.

Hablando de las múltiples gestiones que encaró en todo este tiempo para recuperar a su hijo, Perillo mencionó a la Dirección de Niñez y Adolescencia, donde -aseguró- “no me dieron bolilla” y “hasta recurrí a la Defensoría Nº 16 del Fuero de Responsabilidad Juvenil para pedir que lo sometieran a un tratamiento por el uso de drogas, pero me dijeron que no era un chico para estar encerrado en un centro de rehabilitación”.

Eso sí, aclara, “a mi casa jamás entró cosas que haya robado”, porque “siempre que tuve trabajo le compré todo lo que pude”. Ahora ella trabaja en una cooperativa de limpieza que presta servicios para la Municipalidad. Cuenta que Dylan también se ganó su dinero hace dos años, después “salió de un instituto de Abasto y trabajó en una panadería”.

Perillo estima que la relación de Dylan con el delito y las drogas comenzaron “hace 3 años. Desde entonces no vivo, sobrevivo”, agregó. Después de la fuga, y la aparición de las esposas en 1 y 93, el chico sigue prófugo y se investiga su participación en otros hechos.