Trasladar a la tigresa y al hipopótamo, el reto del Bioparque tras la partida de los leones
Edición Impresa | 28 de Noviembre de 2018 | 01:53

Los leones platenses Melena y Mansa ya están en vuelo hacia Estados Unidos, donde llegarán a un santuario ubicado en Minnesota, al que arribarán tras poco más de ocho horas de vuelo en una nave de carga y más de 30 horas de viaje por tierra desde Miami hasta el Wildcat Sanctuary. Cuidadores, profesionales, funcionarios, empleados y personal de seguridad del predio del Paseo del Bosque quedaron envueltos en una atmósfera de sentimientos encontrados ya que saben que la liberación es necesaria para el bienestar de los animales y a su vez se acelera el cierre de una etapa, dejando atrás el tradicional zoológico por el nuevo Bioparque. Para eso, faltan varios pasos clave: el traslado de más animales exóticos y la readecuación de los espacios. Esto desembocará en una posible apertura del Bioparque para fines de 2019, según adelantaron las autoridades del Bioparque.
El operativo de traslado de los leones, que nacieron en 2007 en nuestra ciudad, tiene un costo de 49.000 dólares, según informaron fuentes oficiales, que apuntaron que los fondos los aportan desde el gobierno nacional, a través del área de fauna de la secretaría de Medio Ambiente y la Municipalidad de La Plata.
Geraldine Vidal, representante del santuario Wildcat, de Minnesota, dijo ayer a este diario que “el traslado es un trámite complejo. Se tienen que completar numerosos documentos, hay que comprobar el estado de salud de los animales, ver en qué condiciones se realiza el viaje y con qué garantías se realiza. Esto conlleva una logística administrativa en la que hay que ser muy paciente. Incluso tuvimos que postergar este traslado que se iba a realizar con anterioridad porque en Estados Unidos estaban con la celebración del Día de Acción de Gracias, que incluye prácticamente una semana sin actividades administrativas”.
Marcelo Leguizamón, secretario de Espacios Públicos de la Municipalidad de La Plata, planteó que “había que hacerlo en esta fecha porque la zona a la que van los leones tiene probabilidades de nevadas y fenómenos climáticos que estirarían los plazos a marzo del próximo año. Tenemos un programa diagramado para seguir con el traslado de los animales exóticos para el próximo año y se busca cumplir con el objetivo de reabrir el Bioparque cuánto antes, pero en condiciones propicias”.
Por su parte, Marcelo Serena, director del Bioparque local, dijo que “faltan varios caminos por recorrer para reabrirlo al público. Hay diversos animales que trasladar y dos de los más emblemáticos son la tigresa y el hipopótamo. En paralelo se trabaja en la readecuación de los espacios para que la Ciudad tenga el Bioparque que queremos”.
La creación del Bioparque llega tras una decisión del departamento ejecutivo municipal y la aprobación de una ordenanza que se trató el año pasado en el Concejo Deliberante local, estableciendo las condiciones de la transición entre el histórico zoológico y el futuro Bioparque.
SEIS HORAS DE UN CUIDADOSO OPERATIVO
Desde las 7 de la mañana comenzaron con el operativo para que Melena y Mansa pudieran ser trasladados desde su recinto hasta el camión que los llevó a Ezeiza. Según pudo saber, con dardos que contenían anestesia en dosis menores a la necesaria para una intervención quirúrgica, los ejemplares fueron adormecidos para subirlos en las cajas especialmente preparadas para esta ocasión, por personal propio del zoológico. Pasadas las 8,30 y con un elevador, las cajas de unos 450 kilos cada una subieron al camión que los llevó al aeropuerto de Ezeiza.
Una vez que subieron las cajas, el veterinario del zoológico local, Fernando Villamayor, los monitoreó a la espera de que comenzaran a despertar para arrancar el viaje hacia el santuario. El profesional remarcó que “viajarán monitoreados por el personal especializado de la empresa que los transporta. Si bien una vez que pasan la puerta de salida del predio ya dejamos de tener responsabilidad sobre ellos, vamos a tener un monitoreo permanente para asegurarnos que Melena y Mansa llegaron al santuario en perfectas condiciones”.
Ese monitoreo forma parte del acuerdo firmado entre el municipio y el santuario, según pudo saber ayer este diario.
A las 13,17 se abrieron las puertas de avenida 52, en el área de servicio veterinario, desde donde partió el camión que llevó a los animales, custodiado por móviles de Control Ciudadano y Defensa Civil.
También se conoció ayer que en principio se iba a llevar a cabo el traslado en un vuelo comercial, pero surgieron algunas complicaciones que no pudieron resolverse y se resolvió trasladarlos en un vuelo de carga, que tiene un costo superior al anterior.
El camión tenía llegar antes de las 16 a Ezeiza, porque los esperaba un abanico de trámites hasta que llegaran a la nave. Cerca de las 20 partió el avión desde el aeropuerto de Buenos Aires y afrontaba un viaje de más de 8 horas. Después el recorrido será por tierra, pero también hay un tiempo y protocolo por cumplir antes de que los vuelvan a subir a otro rodado terrestre.
“El ideal es que no lleguen dormidos al avión, porque cambia tremendamente la temperatura y al estrés que significa el traslado para este y cualquier otro animal de esta magnitud, se le sumaría un factor más de peligro porque en el área en el que viajan la temperatura es sensiblemente menor. De todos modos, un profesional verificará su estado de salud en forma permanente, durante el vuelo”, expresó el doctor Villamayor.
Una vez que arriben a Miami, comenzará un viaje por tierra hasta Minnesota, y se logró reducir sensiblemente el tiempo porque demandará poco más de 30 horas en lugar de los cuatro días originales que se había planteado en un principio. Tienen que recorrer más de 3.000 kilómetros, con paradas diagramadas para cuidar al extremo a Melena y Mansa.
“The Wildcat Sanctuary”, es un hábitat sin fines de lucro, totalmente natural y con una vida libre de exhibición y explotación ya que se encuentra cerrado para visitas públicas. Allí conviven tigres, leones, leopardos, jaguares, pumas, linces y gatos salvajes, que cuentan con el espacio necesario para su correspondiente desarrollo.
El de ayer fue el tercer traslado de envergadura en ecoparques del país: los anteriores se realizaron desde los predios de Buenos Aires y Mendoza.
HACIA EL BIOPARQUE
El Bioparque que se pretende crear recibirá nuevos animales silvestres sólo en la función de rescate y no ya como adquisición de inventario, ya sea para rehabilitarlo y devolverlo a su hábitat o en casos de decomiso a circos o narcotráfico.
El intendente Julio Garro destacó que “este camino que comenzamos fue muy duro, hemos aprendido muchísimas cosas. Lo de Pelusa fue una enseñanza muy grande. Ese mismo día se cerraron las puertas de este lugar y comenzamos mucho más rápido a ir sacando los animales que se podían”, expresó cuando dio a conocer la decisión de trasladar a Melena y Mansa al santuario norteamericano.
En tanto, el director del espacio, Alejandro Serena, destacó la política del municipio en pos de que “los animales salgan” y remarcó el trabajo del equipo de cuidadores y mantenimiento del Bioparque local, abocados a este cambio de paradigma, que girará hacia el rescate y reintroducción de las especies exóticas. “La jaula de transporte en la que viajarán Mansa y Melena la hizo gente de acá, siguiendo normas internacionales. Tranquilamente la podríamos haber adquirido, pero se hizo en este espacio”, remarcó Serena.
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