Buscan prohibir el uso de la pirotecnia en toda la provincia de Buenos Aires

A poco de las fechas en que la Región “estalla” entre petardos, cañitas voladoras y fuegos artificiales y en otro intento por atender la demanda de numerosos vecinos que rechazan de plano esa forma de festejo, la Defensoría del Pueblo de la Provincia busca que se prohiba el uso de pirotecnia en todo el territorio bonaerense.

Ya el año pasado el organismo provincial sugirió, a través de una nota enviada a cada uno de los municipios, frenar la modalidad de celebración que hace uso de diversos fuegos y explosivos, y ahora vuelve a la carga con el mismo pedido.

De acuerdo a un relevamiento realizado por la Defensoría, sólo 35 de los 135 distritos de la Provincia cuentan con algún tipo de restricción respecto a la pirotecnia.

La mayoría de la población de la Provincia, estiman en la repartición a partir de los reclamos que se reciben año tras año, “se opone a esa práctica”. Ocurre que, según señala el Defensor del Pueblo, Guido Lorenzino, los pedidos de la gente son “una realidad que representa un verdadero cambio cultural a favor de la protección de las personas, los bienes y los animales”.

Entre los municipios con alguna regulación sobre la pirotecnia se cuentan Ayacucho, Azul, Vicente López, Hurlingham, Necochea, Salto, Guaminí, Mercedes, Adolfo Alsina, Baradero, González Chávez, Daireaux, General Pinto, Coronel Suárez, Lincoln, Bahía Blanca, Lezama, Castelli, Chascomús, Zárate, Partido de la Costa, Florencio Varela, Avellaneda, Berazategui, Berisso, Junín, Coronel Rosales, Coronel Pringles, Bragado, Salliqueló, Rivadavia, San Pedro, Ramallo, Olavarría y Chivilcoy.

Por las mascotas y las personas

El uso de pirotecnia, se sabe, está en discusión desde hace ya algunos años. Todo comenzó frente a la experiencia de los animales domésticos, principalmente los perros, que enloquecen -literalmente- en los ruidosos contextos de las fiestas de fin de año. Tanto suelen abrumar a las mascotas las explosiones que en las noches de Navidad y Año Nuevo una gran cantidad sale disparada de sus hogares y las familias las pierden para siempre. Pero también se supo, con el correr del tiempo, que algunas personas mayores y también chicos y jóvenes diagnosticados con el Trastorno de Espectro Autista -TEA- sufren particularmente en los momentos de los fuertes y prolongados estruendos.

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Existe, además, un dato de todavía más larga data: no hay oportunidad en esas fechas navideñas en que las guardias de los hospitales no se dediquen casi exclusivamente a la atención de vecinos quemados. Y Buenos Aires es, según se precisó desde la Defensoría, la provincia argentina con mayor producción de juegos pirotécnicos y con el índice más elevado de lesionados por el uso de las distintas variables de fuegos de artificio.

“Los pedidos de la gente son un cambio cultural a favor de la protección de las personas y animales”

Como se dijo, son muy pocos los municipios bonaerenses que tienen algún tipo de ordenanza que regule la pirotecnia y se dan, además, algunas curiosidades. La Plata, por caso, sólo restringe ese uso a los muñecos que explotan el 31 a la medianoche (aunque tampoco se ha logrado controlar a ese sector por completo), pero en los domicilios particulares y en la vía pública los explosivos siguen tronando sin freno, tanto en Nochebuena como en Año Nuevo.

Otro hecho llamativo es que en la zona del Conurbano son muy pocos los distritos con ordenanzas que prohiben la pirotecnia y también, como otra rareza, en algunos de ellos está limitada la producción y la venta, pero no su uso, por lo cual los vecinos amantes de tirar petardos se cruzan al municipio aledaño, adquieren los pequeños explosivos y los descargan sin problemas en la puerta de sus casas.

Es cierto que en las intendencias con grandes poblaciones controlar la aplicación de las normativas de prohibición no es tarea sencilla. De hecho son más las ciudades chicas las que disponen de ordenanzas contra la pirotecnia.

Justamente por lo dispar que son las normativas en los diferentes distritos, lo que propone Lorenzino es unificar con un único criterio los alcances de las prohibiciones para todos los municipios bonaerenses. “Vemos que hay un fuerte rechazo de la gente pero las normas no acompañan este reclamo. De todas formas, hay un avance en ese sentido, ya que cada vez más municipios se suman a la prohibición, conscientes del severo daño que produce el uso de la pirotecnia”, expresó el funcionario.

Aprobado sólo en el Senado, en septiembre de este año, existe en la Legislatura Bonaerense un proyecto de ley que prohíbe la venta y utilización de todo elemento de pirotecnia en la Provincia.

La iniciativa incluye en esta prohibición a la cohetería de tipo explosiva con efecto audible o sonoro cualquiera fuera su característica y naturaleza, sea ésta de venta libre o no, y/o fabricación autorizada.