La ciencia platense “en serio riesgo” por una decisión del Conicet

El miércoles pasado mientras gran parte del país hablaba de la precipitada salida de Juan Darthés a Brasil, las autoridades nacionales del Conicet tomaron una decisión que dejó a la Ciencia platense en un estado terminal. Contra lo que habían comunicado unos días antes, resolvieron rechazar un préstamo económico ofrecido por la Universidad Nacional de La Plata para que 29 centros investigación de doble dependencia pudieran afrontar las deudas contraídas por el funcionamiento de sus sedes. Sumada a los recortes presupuestarios del último año, el atraso en la transferencia de fondos y un paulatino desfinanciamiento de los proyectos de investigación en curso, la medida equivale a dejar ahogarse a la ciencia local.

En respuesta a esa medida, la Dirección y el Consejo Directivo del Conicet La Plata en pleno hizo pública una carta enviada al presidente del organismo nacional, Alejandro Ceccatto, exigiéndole “el inmediato cumplimiento de los fondos adeudados” y manifestándole su desconcierto frente al rechazo a la oferta de ayuda de la Universidad. En ese documento, subscripto por los directores de todos los centros de investigación local, se advierte del “riesgo inminente de no reunir las condiciones mínimas para continuar desarrollando actividades”.

Ni ese pedido de auxilio ni las gestiones para evitar el desmoramiento del sistema científico platense han recibido ninguna respuesta de las autoridades del Conicet. Consultados por EL DIA acerca de esta situación, voceros de la entidad no dieron respuesta a la inquietud.

Aunque la encrucijada en la que se halla el Centro Científico Tecnológico de La Plata no difiere en términos generales de la que atraviesan otros polos del país, la situación resulta especialmente crítica a nivel local. Y es que mientras que por un lado varios de los centros de investigación fueron mudados en los últimos años a sedes propias de mayor envergadura, lo que implica una sobrecarga en sus gastos de funcionamiento; por el otro, nadie logra explicarse por qué el Conicet, si no puede cumplir con los compromisos asumidos, tampoco acepta el salvavidas económico ofrecido por la UNLP.

UN CUARTO DEl dinero NECESARIO “En los 70 años de trayectoria que tiene nuestro Instituto nunca tuvo que atravesar una situación económica y financiera tan grave como la actual. Nunca antes habíamos tenido que recurrir a una convocatoria de empresas que prestan servicios de seguridad y limpieza para explicarles que no les podemos pagar”, asegura Félix Requejo, director interino del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA), un referente de los de su tipo en Latinoamérica y uno de los centros de investigación más grandes de la Ciudad.

Al explicar cómo se llegó a esta situación, Requejo cuenta que “las dificultades comenzaron a agravarse luego de que el presupuesto de funcionamiento de 2018 no fuera aprobado (por el Conicet nacional). En su lugar se repitió el presupuesto 2017 sin tener en cuenta el ajuste inflacionario. Y a esto se le sumó que este año sólo recibimos el 40% de los fondos que nos correspondían, lo que en términos concretos equivale a decir que estuvimos subsistiendo con menos de un cuarto del dinero que necesitamos para funcionar”.

Como el INIFTA, un 80% de los 29 institutos de la Regional La Plata recibieron este año apenas el 40% del dinero acordado para sostener su funcionamiento regular. Este atraso en la transferencia de fondos, junto a la falta de una actualización para atenuar el impacto inflacionario, llevó a que la mayoría de ellos no sólo no tuviera recursos para cubrir los gastos de limpieza y seguridad (un rubro esencial considerando que poseen equipos valuados en millones de dólares) sino que tampoco pudieran comprar insumos de laboratorio ni repuestos para mantener operando su instrumental.

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Con fondos de funcionamiento insuficientes, muchos centros de investigación se quedaron sin recursos propios ya en el mes de abril. A partir de entonces, algunos de ellos comenzaron a recibir apoyo del Conicet La Plata para afrontar sus gastos indispensables. Pero como el organismo local tampoco cuenta con presupuesto para destinar a ese propósito, la ayuda de emergencia se cortó en noviembre y desde aquel momento la actividad de los investigadores inevitablemente comenzó a complicarse cada vez más.

“Por falta de recursos hace unos meses tuvimos que suspender la distribución de nitrógeno líquido y, como tampoco podemos arreglar el equipo para proveernos de agua de alta pureza (un insumo clave para muchos laboratorios), hubo varias lineas de investigación que quedaron frenadas. Ahora cada investigador tienen que hacerse cargo de alguna forma de los insumos básicos que necesita para trabajar”, cuenta el director del INIFTA al reconocer que no saben ya cómo hacer para seguir en actividad.

PROYECTOS FRENADOS

Si bien el recorte presupuestario y los atrasos en los pagos de fondos para funcionamiento son una situación que afecta a todos los centros de investigación del Conicet en general, aquellos que en los últimos años fueron mudados a sedes propias lo están sufriendo mucho másl. Tal es el caso del Instituto de Física La Plata (IFLP). “Aunque para nosotros fue un logro tener finalmente un edificio propio, el hecho de no estar ya dentro de un campus universitario (donde se tienen resueltos muchos servicios) y de funcionar ahora en un espacio que tiene casi el doble de superficie que el anterior, nos ahogó. El dinero que recibimos este año fue entre cuatro y cinco veces menor al que necesitamos para funcionar”, reconoce Carlos Naón, su director.

En esta situación, el Instituto de Física tuvo que echar mano provisoriamente a dinero destinado a obras de terminación del edificio para cubrir servicios de seguridad y de limpieza mínimos, apenas lo indispensable para una sede donde trabajan 150 personas y cuenta con laboratorios que realizan experimentos con radioactividad. Sus fondos resultaron sin embargo insuficientes para reparar o comprar insumos de instrumentos que requieren muchos investigadores como “el sputtering, el espectómetro gama (un medidor de radiactividad) o el microscopio de fuerza atómica. Esto ha llevado a que varias líneas de investigación hoy se encuentren frenadas”, reconoce Naón.

Con todo, la escasez de fondos para el funcionamiento de las sedes es sólo una de las vertientes del problema que estamos enfrentando”, cuenta Juan Franzese, el director Centro de Investigaciones Geológicas (CIG). “Tampoco se están pagando los proyectos de investigación a los que se había comprometido el Conicet. Ayer (por el jueves) recibimos justamente un dinero para nuestro proyecto de investigación institucional que equivale a la cuarta parte de lo adeudado en 2017. Estuvimos francamente un año sin fondos para ese proyecto y ni hablar de proyectos menores que no se pagan desde hace más de un año”, asegura el investigador.

“Los científicos en Argentina tenemos una cultura de meterle mucha garra, pero hay cosas que sin recursos mínimos es imposible sostener -afirma por su parte Carlos Naón-. Esto empieza a generar un estancamiento y un desánimo que afecta especialmente a los becarios doctorales, los jóvenes licenciados y licenciadas que se están especializando y que constituyen el recambio generacional de la ciencia en nuestro país. Por eso cuando uno llega a niveles de abandono como el actual no puede evitar presentir el fantasma de lo que ha pasado otras veces en Argentina, que los jóvenes se van al exterior. Es muy triste, porque toma muchos años construir ese futuro que se está destruyendo con tanta facilidad”.

“Con el nivel de abandono actual, uno no puede dejar de presentir una fuga de cerebros”