Robó, lo perseguían y decidió deshacerse del botín produciendo una “lluvia de billetes”

Un sobre con dinero fue el protagonista de una nueva historia de inseguridad en la Ciudad. En un lapso de una hora pasó de las manos de su legítimo propietario, a las de un ladrón, voló por el aire en la calle de La Loma y terminó en un destino ahora desconocido cuando ni siquiera el ladrón pudo retenerlo en medio de una persecución cinematográfica.

Según la información policial, todo se inició pasado el mediodía, cuando Guillermo Musciatti -un comerciante con pasado como funcionario del área contable de la Municipalidad de La Plata, durante la gestión de Julio Alak y en la empresa Aerolíneas Argentinas-, trasladaba hacia el Centro un sobre con alrededor de 32 mil pesos. La plata iba con papeles que debía mover en otros trámites de rutina. Entre esos, una diligencia personal en la zona de 19 y 38. Todo terminó a varias cuadras de allí, en 27 entre 43 y 44, con una especie de caza motorizada infructuosa.

Musciatti llegó hasta ahí y observó un auto abandonado y al responsable del robo del dinero que él llevaba huyendo a pie entre el tráfico. Algunas versiones informales señalaron que el particular episodio tuvo en ese capítulo otra escena para un thriller: el ladrón arrojaba billetes para distraer a su perseguidor. Fuentes policiales negaron ese tramo, indicando que el ladrón se desprendió del dinero mientras huía en un Chevrolet Vectra negro, a la altura de 19 entre 40 y 41.

Eso ocurrió luego de que tomara el sobre de papel madera que estaba en la camioneta de Musciatti, cuando el comerciante estacionó frente a Plaza Güemes (19 y 38), para ingresar a una escribanía. Inicialmente se indicó que la Toyota Hilux azul en la que se movía había quedado abierta y con una ventanilla baja. Sin embargo, un familiar de la víctima aseguró anoche que el hombre había cerrado con el sistema electrónico las puertas y ventanillas. “El tipo la abrió con un bloqueador de alarmas, un dispositivo que logra que uno crea que cerró pero quedo todo abierto aún cuando el vehículo prende las luces que se usan como testigo del cierre”, indicó.

En la escribanía no contestaron a los llamados con el timbre de la puerta. Cuando dio media vuelta para volver, Musciatti se percató de que algo no estaba bien. Mientras caminaba hacia el vehículo alcanzó a observar cómo un desconocido se colaba al interior del rodado para tomar el envoltorio y salir corriendo.

Con gritos y ademanes empezó a correr hacia el sospechoso, que con rapidez se metió en el Chevrolet Vectra y aceleró a fondo con el objetivo de escapar de la escena con el botín.

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PERSECUCIÓN Y ABANDONO

El presunto ladrón hizo lo posible para perderse entre los autos, pero algo ocurrió que lo hizo realizar una peculiar maniobra. Al menos así quedó en la actuación policial.

Según consta en la denuncia, en 19 y 41 arrojó por la ventana el sobre con el dinero en efectivo que había hurtado, en un intento por distraer a la víctima y lograr que desista, algo que no ocurrió.

Según consta en la denuncia, el ladrón arrojó el dinero mientras huía, en 19 entre 40 y 41

Luego de finalizar la carrera, Musciatti habría enviado a sus allegados a que recorran la zona en busca de la plata descartada, pero los enviados regresaron sin hallar un peso.

Sin embargo, una versión que surgió en la zona de Plaza Brandsen, donde se movían policías y vecinos, indicaba que el atracador nunca se deshizo de la plata. Otra, que tiró los billetes cuando tuvo que escabullirse a pie.

De lo que sí hay certezas es sobre la desesperada acción que tomó el perseguido en 27 entre 43 y 44: frenó el Chevrolet en medio de la calle, a 45 grados de la vereda, bajó y siguió la fuga a pie, corriendo todo lo rápido que pudo. Así, finalmente logró evadir a Musciatti quien venía pisándole los talones en su camioneta desde que arrancó la persecución en 19 y 38.

Según pudo saber este diario, el ladrón corrió por 27 hasta 44, dobló a la izquierda y por 44 llegó a 26, para tomar luego dirección hacia la calle 45, donde ya nadie pudo seguirle el rastro. El barrio había quedado paralizado ante el espectáculo de los vehículos y la carrera del ladrón.

Las autoridades manejan dos hipótesis: que pudo haberse tratado de un robo “al voleo”, habida cuenta de que, en el auto abandonado, el sospechoso tenía elementos que serían coincidentes con los que los delincuentes obtienen al operar con la modalidad de arrebato.

En efecto, cuando el Cuerpo Motorizado La Plata arribó a la escena, dentro del coche había celulares en el sector del acompañante y una gran cantidad de bolsos y mochilas en el asiento trasero. Entre las versiones informales, anoche una señaló que una parte menor del dinero había quedado en el Vectra.

No obstante, lo que más llamó la atención de las autoridades fue el hallazgo de un handy similar al que usan los efectivos de la Policía.

Además, entre las pertenencias encontraron los papeles del automóvil, que está radicado en La Plata. A la vez, en el vehículo se habría hallado también documentación que permitiría identificar a otra persona que, se sospecha, sería el conductor y protagonista de este particular robo en la zona norte del casco céntrico.

En tanto, otra posibilidad que manejaban los investigadores es que el delincuente contara con algún tipo de información que le permitiera ir hacia un objetivo con movimientos conocidos.