Nueve meses de búsquedas e incertidumbre

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Pasaron ya más de nueve meses desde que a Johana Ramallo la vieron por última vez en 1 y 63, cuando todavía tenía 23 años.

En todo este tiempo ya cumplió 24 y la causa, que comenzó a investigarse como una averiguación de paradero en una fiscalía del fuero penal, pasó al fuero Federal.

Se hicieron rastrillajes y se tomaron testimonios, pero de Johana, que tiene una hija de 7 años, nada se sabe.

La última imagen que se tiene de la joven la tomó la cámara de seguridad de una estación de servicio, en esa esquina de 1 y 63, mientras entraba al baño.

Durante todo este tiempo transcurrido, su madre Marta encabezó varias movilizaciones para exigir respuestas.

Ayer, rompió en llanto más de una vez, mientras los efectivos de la Policía Federal buscaban algún dato que pudiera indicar la veracidad de la denuncia.

Por ahora, su búsqueda sigue inconclusa.

 

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