En la vuelta a clases la huelga de un gremio se hizo sentir y habrá descuentos para los que pararon

Para decenas de miles de chicos de la Provincia, el regreso a la escuela después del receso invernal deberá esperar, en principio, hasta mañana. El paro por 48 horas al que adhirió el gremio SUTEBA resintió el dictado de clases y abrió una nueva brecha en su tirante relación con el gobierno bonaerense. Con actividades en la mayoría de los establecimientos privados pero sólo en un porcentaje de los públicos, la de ayer fue una jornada a tono con el círculo vicioso que caracteriza a casi todas las temporadas: se sabe cuándo terminan las vacaciones, pero no cuándo empiezan los ciclos lectivos.

La medida tuvo un acatamiento que se hizo sentir, más allá de las cifras siempre contrapuestas que manejan y difunden los sectores en pugna: desde el sindicato que lidera Roberto Baradel se habló de un 80 por ciento de adhesión, pero en el Gobierno bajaron ese número a la mitad.

En cualquier caso, muchas familias de la Región se toparon con las escuelas cerradas y debieron apelar a esquemas de emergencia a los que están acostumbradas, pero no por eso complican menos su agenda cotidiana.

La huelga se inscribe en el marco de la discusión salarial entre las autoridades bonaerenses, que vienen otorgando mes a mes aumentos fraccionados según su lectura de las tendencias inflacionarias, y los gremios, que exigen el cierre de paritarias con cifras que rondan el 30 por ciento más una “cláusula gatillo” para solventar eventuales desfasajes en el poder adquisitivo.

En un escenario volátil, plagado de acusaciones cruzadas, medidas de las carteras laborales y advertencias sancionatorias, el paro en curso tuvo una gestación singular. La semana pasada, después del fracaso de una mesa de diálogo paritario, el Frente Gremial Docente -que nuclea a SUTEBA, FEB, UDOCBA, AMET, UDA y SADOP- convocó a un paro de 72 horas, pero el ministerio de Trabajo provincial dictó la conciliación obligatoria; todos los sindicatos la acataron, menos SUTEBA, cuyos dirigentes afirmaron desconocer su alcance y la fustigaron con dureza, para luego desactivar el paro de tres días y declarar en cambio la adhesión a una “jornada nacional de protesta” de 48 horas convocada por CTERA.

Este gambito sindical fue interpretado por el gobierno bonaerense como un incumplimiento de la conciliación obligatoria, y desde la cartera laboral se baraja la imposición de una multa por ese motivo que podría rondar los 600 millones de pesos (ver aparte).

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Mientras tanto, el resto de los gremios, cuyos afiliados se pusieron al frente de las aulas, permanecerá en estado de “alerta” a la espera de las novedades que puedan generarse dentro del plazo de quince días estipulado para el desarrollo de la conciliación.

De acuerdo con la Dirección General de Cultura y Educación, en el ámbito provincial seis de cada diez maestros dieron clases ayer con normalidad. “Luego de relevar 9.838 escuelas a través de 135 inspectores distritales, 1.770 inspectores de área y más de 9 mil directores” precisaron fuentes oficiales, “se verificó un acatamiento al paro del 40 por ciento y 152 servicios educativos cerrados”.

Una recorrida por algunas escuelas públicas platenses mostró, empero, un paisaje más cercano a la descripción que ofrecieron los gremios, reforzado por una medida de fuerza paralela a la de los docentes que llevaron a cabo los auxiliares enrolados en ATE, también con origen salarial.

Un ejemplo fue el de la Primaria Nº33, de 8 y 38, donde la suspensión de actividades fue total; en la misma sintonía transcurrió la jornada de la escuela tolosana Nº89 (5 y 520), donde se anunció a través de notas pegadas en la puerta de acceso que no habrá clases hasta el miércoles. Igual panorama se vio en la Secundaria Nº1, ubicada en las calles Ecuador y Brasil de Ensenada.

En tanto, en la Primaria Nº102, de 7 y 32, la vuelta a clases de los chicos del turno mañana no pudo concretarse debido al paro de los auxiliares, mientras que a la tarde dos aulas permanecieron cerradas con motivo de la adhesión a la protesta docente. En la Primaria Nº8, de diagonal 74 entre 16 y 57, apenas tuvieron clases dos cursos del turno matutino y media docena de la tarde.

Mediante un comunicado, SUTEBA aseguró ayer que “a pesar de las presiones, las intimidaciones y la actitud extorsiva del Gobierno, la primera jornada de paro en la provincia de Buenos Aires, en el marco de la Jornada Nacional de Protesta de 48 horas convocada por CTERA, ha tenido una adhesión que alcanza el 80 por ciento”.

La titular de la FEB, Mirta Petrocini, aclaró por su parte que “las medidas de fuerza votadas por nuestro Congreso Extraordinario quedaron es suspenso, a la espera de un nuevo encuentro con la autoridades provinciales; los docentes deben saber que si el Gobierno vuelve a desaprovechar esta nueva oportunidad para resolver el conflicto, vamos a implementarlas tal como fuimos mandatados”.

En ámbitos oficiales, según trascendió, se consideró “llamativo” el alcance del paro, teniendo en cuenta que la mayoría de los gremios acató formalmente la conciliación. “Para la cantidad de afiliados que tiene SUTEBA, parece exagerado que haya quedado un millón de chicos sin clases” se señaló: “los descuentos por la no prestación del servicio alcanzarán de todos modos a todos los que no se hayan presentado, más allá de su pertenencia”.

El actual conflicto entre la administración de María Eugenia Vidal y los educadores de la Provincia viene batiendo todos los récords en materia de extensión y virulencia verbal.

Después de reiteradas reuniones entre las partes, varias ofertas con diferentes matices -que los sindicatos siempre evaluaron como “poco superadoras”- y una docena de paros, la propuesta oficial (15 por ciento de suba, más otro 1,7 por ciento suplementario por “material didáctico y el compromiso de volver a discutir a fines de agosto) sigue lejos de las pretensiones de los gremios, cuyos dirigentes disparan con munición gruesa cada vez que tienen la oportunidad.

“Están acostumbrados a co-gestionar y en los últimos tiempos se tomaron medidas que recortaron algunos privilegios” acotaron fuentes vinculadas con la cartera educativa: “la interpretación política parece la única posible cuando decretan un paro de tres días apenas otorgado un aumento del 15 por ciento y un adelanto en el pago de sueldos. Es necesario elevar el nivel del debate, no nos pueden insultar todo el tiempo y luego sentarse en la misma mesa a negociar”.